La verdad es que no me he roto demasiado la cabeza para este apartado del reto de las Inquilinas de Netherfield todos los clásicos grandes y pequeños y he acudido a mi vieja amiga Pearl S.Buck de la que estoy releyendo todos los libros que tengo en casa, así que, hoy traigo al blog Hombres de Dios para el nivel 4 versión estándar "Libro o autor que haya sido galardonado con un premio de literatura."
Editorial: Plaza y Janés. Fecha de publicación:1951/1976. 502 pág.
La autora: En 1892 nace en Hillsboro, Virginia Occidental, Pearl Comfort Sydenstricker Buck, más conocida como Pearl. S. Buck. Hija de misioneros americanos, siendo muy pequeña la llevan a vivir al centro de China, a orillas del río Yang-Tse. Allí crece la autora en un medio ambiente totalmente chino. Cuando es mayor, completa su educación en Estados Unidos y en Inglaterra. Empieza a escribir muy pronto y publica sus primeros artículos en la revista " Shanghai Mercury". Su matrimonio con un misionero americano vuelve a conducirla a China, esta vez a la parte septentrional.
La experiencia cotidiana, hecha a lo largo de tantos años, le permitió conocer a fondo China y sus gentes, Todo ello lo retrata en sus novelas, que basadas siempre en la experiencia autobiográfica, tienen en todo moemnto un tono de realismo que los libera de todo exotismo superficial.
Pearl empezó su vida profesional enseñando en universidades inglesas en China, a la vez que escribía cuentos y ensayos para las revistas " Atlantic Monthly" y " Asia". Es en esta última donde escribe un articulo sobre la mujer en China que más adelante desarrollará en su primera novela, Viento del Este, Viento del Oeste,1930.
En 1927, a su vuelta de un viaje a América, en donde se licencia en Literatura, se ve obligada a huir de las tropas nacionalistas y a refugiarse en Nanking. Esta experiencia le sirvió para escribir La primera esposa, 1933.En 1930 escribe en tres meses La buena tierra, que en poco tiempo se tradujo a veinte idiomas y alcanzó el Premio Pulitzer. La obra narrativa de Pearl-S-Buck se puede dividir en dos partes: En primer lugar están las novelas de tema chino. A este grupo pertenecen: Además de las ya mencionadas, Hijos, 1932, La madre, 1934, La familia dividida, 1935, El Patriota, 1939, La promesa, 1943, Peonía, 1948 o Hombres de Dios, 1951.
En el segundo grupo de obras se comprenden las ambientadas en América; El corazón indómito, 1938, Otros Dioses, 1940, o Retrato de un matrimonio, 1945. En estas el nivel baja considerablemente.
En conjunto de su obra mereció El Premio de la Academia Americana del Arte y en 1938, El Premio Nobel.
Después de la II Guerra Mundial, la autora desarrolla una intensa actividad a favor de la solución de los problemas raciales y en 1941 fundó la " East and West Association" con la intención de estrechar los lazos entre los habitantes de los distintos continentes y en 1948 la " Welcombe house Inc" para la protección de las parejas mixtas y para otros fines de tipo humanitario y social.
Murió en 1973.
Argumento: Dos niños americanos, hijos de familias misioneras, condicionados por su herencia espiritual e influidos por una infancia, pasada en China, escogen destinos opuestos: Uno de ellos llega a ser poderoso. Él otro persigue una idea sencilla, que lo hace rico a pesar de si mismo, e intenta extenderla por el mundo. Ambos vuelven a China en una época crucial para ambos, e, inevitablemente se produce el choque. Obra monumental, recia y penetrante es una de las más conseguidas de la autora.
Análisis de la novela y opinión personal: Guillermo Lane y Clem Miller se conocieron de niños en las calles de China y desde el primer momento se convirtieron en antagonistas por su manera muy distinta de entender la vida: Guillermo, hijo de un misionero episcopaliano, forma parte de la aristocracia de la Iglesia, pero aún así nunca se sintió orgulloso de su padre, un hombre bueno que no daba demasiada importancia a su posición y si a cuidar de sus feligreses: posiblemente Guillermo está influido por su ambiciosa madre que imagina un destino maravilloso para su hijo. o por los desprecios de sus compañeros de la escuela inglesa de Chenkú a la que asiste, que lo consideran inferior por ser norteamericano, pero una cosa tiene clara Guillermo: que para ser alguien en la vida no basta con ser rico, también hay que tener el poder de influir en los otros.
Por su parte Clem es igualmente es hijo de misionero, pero su padre no pertenece a iglesia alguna, va por libre, es pobre entre los pobres e incluso en ocasiones debe recurrir a la limosna para dar de comer a su familia o pasar hambre. Clem al contrario que Guillermo no va a la escuela, aunque tiene un enorme ansia de aprender, y deberá conformarse con estudiar por su cuenta en libros de segunda mano que compra con lo que gana dando clases de inglés al hijo del señor Fong, un librero.
Él también está resentido con su padre por las penurias que hace pasar a su familia y se obsesiona con la idea de que el hambre es el mayor mal de la humanidad, y que él debe hacer algo para remediarla.
Son los tiempos del reinado en China de la llamada "vieja emperatriz", Tzu-Hsi, que ha tenido que someterse al dominio de los extranjeros en contra de su voluntad, y que, en un desesperado intento por librarse de ellos, alienta la rebelión de los boxer, convencida de su invulnerabilidad, lo que trae consigo una masacre entre los extranjeros y los chinos cristianos.
Guillermo y Clem consiguen abandonar China rumbo a Norteamérica pero en muy diferentes condiciones: Guillermo junto a su madre y hermanas (su padre permanece en China) en un barco rumbo a Vancouver y con todas las comodidades, y Clem, después de que toda su familia haya sido asesinada y tras una huida desesperada cruzando todo el país, de marinero para pagar su pasaje...
Una vez allá, ambos deberán luchar también de maneras muy distintas para lograr sus objetivos...
Dividida en 12 capítulos largos y narrada en tercera persona por un narrador que adopta el punto de vista de los personajes, Hombres de Dios nos traslada a China, desde los últimos años del reinado de la vieja institutriz hasta la instauración del comunismo y a Norteamérica, en la misma época pero haciendo especial hincapié en el periodo de entreguerras.
Aunque son varios los temas que se plantean a lo largo de la novela: El poder, la ambición, la religión y la fe, el destino de los pueblos, el eje central es el estudio psicológico de los dos protagonistas, Guillermo Lane y Clem Miller, tan distintos en apariencia y tan iguales al mismo tiempo, ambos movidos por una obsesión, ambos lastrados por la religión que sus padres quisieron inculcarles y que rechazan por ser una rémora para conseguir sus metas, ambos intentando alejarse de la sombra de sus progenitores, buenos pero cuya bondad sin embargo les impedía no ver más allá.
Guillermo en principio es más frío, su ambición es dominar la mente de sus conciudadanos, decirles lo que tienen que pensar y sentir, así que funda varios periódicos que lo hacen inmensamente rico y poderoso, pero el pueblo americano, tan inocente en apariencia no son fáciles de dominar y terminaran escapando a su férreo control con lo que acabará viéndose frustrado. La misma frustración sufrirá Clem en su intento de paliar el hambre en el mundo, sus almacenes y restaurantes con los que pretende alimentar a los pobres del país para luego exportar la idea a otros se encuentra con la oposición de políticos, agricultores, comerciantes rivales y a veces con los abusos de los propios beneficiarios, también el fracasará en cumplir sus ambiciones, y lo que le resulta más difícil de entender, en el camino se hará sin pretenderlo, muy rico.
Junto a ellos aparecerán varios personajes que ayudarán a formar el carácter de los protagonistas e influirán en su vida de forma decisiva. El señor y la señora Lane, los padres de Guillermo, tan distintos, tirando cada uno de ellos de su hijo en una dirección, sus hermanas Enriqueta y Ruth, decidida, inquieta e inteligente la primera, dulce, tímida y tranquila, la segunda, Los Cameron, Candancia, Jeremías y sus padres, dueños de un emporio mercantil que le permitirán con sus contactos hacer realidad el sueño de Guillermo de fundar un periódico, Lord y Lady Hume, Miguel y Emory, gracias a los cuales entrará a formar parte de la aristocracia inglesa, una vieja aspiración desde sus días de colegio, Monseñor Lockhart y el padre Malone, que lo acercarán a la Iglesia católica, que le proporcionará el apoyo que nunca le dió la fe de su padre...
En cuanto a Clem, su familia, asesinada durante la rebelión de los boxer al lado de la cual conoció las penurias del hambre y que le dió una finalidad a su vida, encontrar los medios para acabar con ella, el señor Fong, librero, que proporcionará a Clem los libros que abrirán sus horizontes y le ayudará a huir de Pekín, la anciana abuela china que le acompañará en parte de su camino de huida y que le hace pasar por su nieto adoptivo para protegerle, El matrimonio Berger, en Pensilvania, con los que aprende que el hambre no es exclusiva de China, el joven Bump, huérfano, que se convertirá en su hermano y compartirá con él su misión y Enriqueta, la hermana de Guillermo... Y como no, China, el país en que Guillermo y Clem crecieron, en el que fueron felices y desgraciados y que marcará su modo de entender el mundo para siempre...
Recuerdo que cuando leí por primera vez Hombres de Dios me encantó y tenía muchas ganas de releerla, sin embargo en esta ocasión me ha gustado menos, sigue siendo fiel al estilo de la autora y refleja perfectamente la dicotomía Oriente-Occidente sin dar preeminencia a uno sobre otro, no obstante en algunos momentos me ha parecido que se dispersa y no sabemos muy bien que quiere contarnos; eso sí, el estudio psicológico de los protagonistas Guillermo y Clem es magnifico y la parte desarrollada en China, con todo su dramatismo está maravillosamente descrita.
Para terminar: " Las gentes ordinarias se alzaban en muchas partes contra quienes valían más que ellos y hasta los mataban, salvo si se los educaba o fiscalizaba ¿Pero como fiscalizar a aquellos bromistas, alborotadores, fanfarrones e independientes que eran los hombres de su patria?, no tolerarían a un gobernante auténtico, no respetaban a quienes los regían..."
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Parece un gran libro. Tomó nota. Te mando un beso.
ResponderEliminarÉsta sí la leí. Lo sé por el título porque, de lo que cuentas, nada me suena. La leí hace más de cuarenta años y no es extraño que haya olvidado la trama, pero el título es de los que estoy segura, como lo estoy de Viento del este, viento del oeste. Me tientas con esta autora de la que no he leído nada desde 1981 en que releí esta última novela que menciono. Y creo que Hombres de dios se presta mucho a la relectura.
ResponderEliminarUn beso.
Hola, en ocasiones las relecturas nos traen ciertas sorpresas, Historias que en otros momentos las hemos disfrutado más.
ResponderEliminarNo he leído aún nada de la autora. No me importaría estrenarme con esta obra, pese a ese pero final que señalas.
ResponderEliminarBesotes!!!
Buenas tardes, Mar.
ResponderEliminarya sabes que yo también soy admiradora de la autora y, como tal, pretendo leer o releer sus obras. Esta que nos traes hoy no es una de las que ya he disfrutado y pretendo hacerlo algún día.
Con respecto a que te ha gustado menos que la primera vez que la leíste, yo creo que esas cosas son normales. El tiempo pasa y no somos la misma persona que tiempo antes. Nuestras experiencias nos sirven de criba para el futuro.
Un abrazo, y feliz noche de domingo!!
Hola Mar, pues la verdad es que ya sabes que leí hace tiempo Viento del este, viento del oeste... pero esta no me llama mucho la atención.
ResponderEliminarUn besazo
Bonita frase al final :)
ResponderEliminar¡Hola! No lo conocíamos, la verdad. Hay veces que al releer ocurre esto, que nos gusta menos la historia, pero es una experiencia muy curiosa.
ResponderEliminarBesos
Hace años que no leo nada de Pearl S. Buck, una de las escritoras de la que leí varias de sus novelas, sobre todo las que están ambientadas en China. Todavía conservo en mi biblioteca La madre (ambientada en China) y Orgullo de corazón (esta en Estados Unidos). Esta que reseñas no la leí. Tomo buena nota. Besos.
ResponderEliminarSe ve que la infancia de la autora incluyó a la hora de escribir este tipo de historias. Me ha recordado un poco a "El imperio del sol" (la de Spielberg), niño de familia inglesa acomodada en territorio chino, que lucha desesperadamente por escapar del país. Una pena que esta segunda lectura no haya sido tan mágica como la primera vez.
ResponderEliminarUn beso ;)