Esta entrada y unas cuantas más debería haberlas colgado el mes pasado, pero he tenido problemas con el ordenador y llevo un retraso considerable; esta, como se ve por la etiqueta, corresponde a la primera lectura del club de Mila del año 2013, que aún continua, cuando terminamos una convocatoria pensamos siempre que tal y como están las cosas no va a haber más, pero afortunadamente siempre nos equivocamos, Este semestre, y por varias un poco las cosas respecto a otros años, empezamos con un autor del siglo XIX y de los buenos...
Fiodor M. Dostoievski, nació en Moscú en 1821 y murió en San Petersburgo en 1881, educado por un padre despótico y brutal, encontró cariño y protección en su madre, que murió prematuramente; al quedar viudo, el padre se entrego al alcohol y envió al hijo a la Escuela de ingenieros de San Petersburgo, lo que no impidió que el joven Fiodor, se apasionara por la literatura y empezara a desarrollar sus cualidades de escritor.
A los dieciocho años, la muerte del padre ( torturado y asesinado por un grupo de campesinos), lo marcó porque le hizo sentir ese crimen como suyo, por haber llegado a desearlo inconscientemente.
A los veintisiete años, fue condenado a muerte e indultado en el cadalso. Los cuatro años encarcelado en Siberia, en medio de autores de graves crímenes fueron decisivos para el escritor, que descubrió la fuerza de su intuición psicológica es más, se corazón se dulcifico y se profundizo con ello. Su libro de recuerdos de ese tiempo , la mansión de los muertos, es uno de sus libros más humanos.
Ya en libertada fue incorporado a un regimiento de tiradores siberianos y contrajo matrimonio con una viuda de pocos recursos llamada María Dimitrievna Isaeva.
Tras largo tiempo en Tver, recibió la autorización para regresar a San Petersburgo, donde no encontró a ninguno de sus antiguos amigos, ni eco alguno de su fama.
La publicación de " recuerdos de la casa de los muertos", en 1861, le devolvió la celebridad
Memorias del Subsuelo , la novela que comentamos en el club, fue publicada en 1864, y escrita en un momento e que el autor padecía graves trastornos emocionales producto del fallecimiento de su esposa María Dimitrievna y de la posterior muerte de su hermano más cercano, Mijail. A estos problemas personales se agregaban la clausura de sus revistas por parte de las autoridades y su adicción al juego, que le acarrearía graves problemas financieros.
Memorias del subsuelo es una novela corta organizada en dos partes. La primera, que consta de once capítulos breves y es llamada " la ratonera",es básicamente un monólogo interior en el que se nos presenta al protagonista, un miserable funcionario frustrado, como un antiaéreo contradictorio, enfermizo y excitable, que dirige su charla a un público inexistente, su inteligencia, o su excesiva conciencia, interactúan y entran en tensión con su corazón y voluntad.
La segunda parte, que nace a propósito de la "caída del aguanieve", consiste en el relato de una memoria del narrador, donde adquieren sentido los pensamientos expresados en el primer apartado, los cuales en ocasiones pueden resultar confusos o desorganizados,
Cada una de las partes clarifica a la otra, la torna más comprensible, la profundiza y complementa en su diversa acentuación.