Hace unos años leí El baile y Suite Francesa de Iréne Némirovsky y esta última me dejó un poco " tocada" (ya sabéis los que me seguís que no soy demasiado amiga de las novelas desarrolladas durante la Segunda Guerra Mundial), así que aparqué durante un tiempo a la autora, sin embargo por comentarios del grupo TARRO LIBROS del que formo parte, Nieve en otoño me llamó mucho la atención, y siendo un libro cortito, poco más de noventa páginas, decidí probar suerte con él y no sabéis lo que me alegra haberlo hecho.
Editorial: Salamandra. Fecha de publicación: 2010. 94 pág.
La autora: Iréne Némirovsky ( Kiev 1903 - Auschwitz, 1942) recibió una educación exquisita aunque tuvo una infancia infeliz y solitaria. Tras huir de la revolución bolchevique, su familia se estableció en París en 1919, donde Iréne obtuvo la licenciatura en Letras en la Sorbona. En 1929 envió su primera novela, David Golder, a la Editorial Graset, dando comienzo a una brillante carrera literaria que la consagraría como una de las escritoras de mayor prestigio de Francia. Pero la Segunda Guerra Mundial marcaría trágicamente su destino. Deportada a Auschwitz, donde sería asesinada igual que su marido, Michael Epstein, dejó a sus dos hijas una maleta que éstas conservaron durante decenios En ella se encontraba el manuscrito de Suie Francesa, cuya publicación en 2004 desencadenó un fenómeno editorial y cultural sin precedentes: La novela se tradujo a treinta y nueve idiomas, obtuvo numerosos premios, entre ellos el Premio Renaudot por primera vez a un autor fallecido, y fue uno de los libros más leídos en casi todos los países donde se publicó, con más de un millón de ejemplares vendidos en todo el mundo. En España fue galardonada con el Premio del Gremio de Libreros de Madrid y también cosecho un sorprendente éxito internacional.
Otras novelas: Un niño prodigio, 1927, El baile, 1930, El malentendido, 1930, Nieve en Otoño, 1931, El caso Kurilov, 1933. El vino de la soledad, 1932. Jezabel, 1936, La presa, 1936, El maestro de las almas, 1939, Los perros y los lobos, 1940, Los bienes de este mundo, 1947, La vida de Chejov, 1946, Fogatas, 1948,Suite Francesa, 2004, El ardor de la Sangre, 2007.
Argumento: La anciana Tatiana Ivanovna ha dedicado su vida a servir a sus señores, los Karin, a quienes ha visto nacer y crecer en la mansión de Sujarevo, en las inmediaciones de Moscú. Cuando la familia se ve obligada a huir por la Revolución de Octubre, la fiel criada termina por reunirse con ellos en Paris, donde a pesar de que los Karin han perdido su posición social y su fortuna, continua a su servicio en el modesto apartamento en el que residen. Supervivientes de un mundo perdido, los Karin y su sirvienta necesitaran olvidar para seguir adelante, pero la vieja Tatiana nunca dejará de sonar con su tierra natal ni de sufrir para adaptarse a la vida en un lugar donde las primeras nieves no llegan hasta pasado el Otoño.
Análisis de la novela y opinión personal: Tatiana Ivanovna lleva cincuenta y un años con los Karin, ha sido el aya de Nikoläi Alexandrovich, actual cabeza de la familia, de sus hermanos y hermanas y también de sus hijos. Kiril, Yuri, Lulu y el pequeño Andréi, los ha visto crecer, enamorarse, casarse, y ahora marchar a la guerra por la patria y por el Zar... hace muchos años tuvo su propia familia, un marido y un hijo, pero ambos han muerto y casi ni recuerda sus caras, en cambio los Karin siempre han estado ahí...por eso cuando triunfa la revolución de Octubre y la familia debe huir para salvar su vida, es ella la que en principio se encarga de custodiar los bienes familiares para que el resto de los criados y los campesinos del pueblo no se apoderen de ellos o los destruyan, es también ella la que acude en su auxilio con las joyas que puede reunir, cuando los Karin deciden marcharse a Francia para escapar de la hambruna y recuperar la libertad, y la que les acompaña como fiel sirvienta que es para seguir cuidándolos y protegiéndolos, pero ya no es posible, la madre patria ha quedado atrás y lo mismo ha ocurrido con las viejas costumbres, los Karin, se adaptan al nuevo país con relativa facilidad, sobretodo los más jóvenes, pero Tatiana no puede.
Nieve en otoño, esta dividida en nueve capítulos y narrada en tercera persona pero desde el punto de vista de Tatiana, es ella la que nos guía por los entresijos de la vida familiar, pasada y presente, por el convulso final del imperio ruso, la huida y la supervivencia, el exilio y la nostalgia, de ahí que aunque aparezcan otros personajes, como Nikoläi Alexandrovich, su esposa Yelena Vasilievna, sus hijos Kiril, Yuri, Lulu o Andrei, el cocinero, Antipas, el campesino Ignat, el principe Yuri Andronikoff, ella es la verdadera protagonista.
El estilo de la autora es preciso, fluido, contenido y al mismo tiempo poético y evocador, pleno de sentimientos y contrastes " un olor a abetos helados y humo lejano colmaba el gélido aire nocturno..." " Fría y leve, la nieve se le metía en los ojos como polvo. Había salido la luna y profundas huellas del trineo en el manto blanco destacan con un brillo azulado. De pronto el viento cambio de dirección y al instante empezó a nevar con fuerza. El débil cascabeleo había cesado, en el silencio, el crujido de los abetos helados parecía el graznido sordo de un esfuerzo humano"" Un olor a flores y a pimienta colmaba el limpido aire de mayo...".
Nieve en otoño me ha gustado muchísimo, y me ha reconciliado con la autora, es de esos libros que te tocan el corazón y te permiten empatizar con situaciones que no has vivido pero que puedes comprender perfectamente, ¿Quien aunque no haya tenido que abandonar su casa, ciudad, o país, no entiende la nostalgia por lugares, momentos, olores y sentimientos que han quedado atrás? ? Quien no ha experimentado en algún momento el desarraigo, o la extrañeza ante situaciones a las que por más que quiera no puede hacerles frente?.
Pues Némirovsky con esta historia me ha hecho sentir esto y mucho más, me ha emocionado, conmovido y encantado.
Para terminar: El titulo además me ha parecido precioso, en tres palabras ha sabido resumir poesía, realidad y nostalgia, La nieve que en París no llega hasta pasado el otoño, la nieve con la que Tatiana no deja de soñar como no deja de soñar con su tierra natal...
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