El pozo de Berna González Harbour.

 Los que pasáis habitualmente por mi blog sabéis que me gusta mucho Berna González Harbour y que he leído y reseñado todos los libros de la serie protagonizada por la Inspectora María Ruiz, así que no os extrañará que cuando la autora publicó El pozo ( una novela independiente), enseguida me hice con él , aunque no fue hasta esta semana que pude leerlo y hoy comparto mis impresiones. 

     Editorial: Destino S.A. Fecha de publicación: 2021. 304 pág.

La autora:  Berna González Harbour. Santander 1965, es periodista, subdirectora del diario El País y colaboradora de la Cadena Ser. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, ha estado vinculada desde sus inicios a la cobertura de noticias de Internacional, ha sido corresponsal en Moscú, enviada especial en una veintena de países en conflicto y redactora jefe de esta Sección. La información sobre el mundo, la política, los cambios sociales, el impulso de las mujeres, la transformación de un gran periódico en plena revolución digital y los libros son algunas de sus pasiones.

Ganó en accésit del Premio José Hierro con Viaje al fondo de un embudo, 1995. Con Verano en Rojo 2012 se estrena como novelista en el género policíaco, después vendrían Margen de error, 2014, Los ciervos llegan sin avisar 2015  Las lágrimas de Claire Jones 2017 y El sueño de la razón, 2019, El pozo, 2021.

Argumento: Greta Cadaqués, una reportera de televisión, es enviada a cubrir el caso de una niña que ha caído a un pozo a las afueras de Madrid. Mientras no deja de pensar en el juicio al que tiene que asistir como jurado popular; su cámara Juan Quatremer, y su jefe un hombre ñavido de audiencia, le apremian para sacar a la luz todos los detalles del caso del que el país entero está pendiente. Aunque pronto descubrirá que las intenciones de ambos hombres son distintas: Juan pretende cubrir el suceso de la forma más rigurosa posible, pero el jefe la coaccionará para que consiga las exclusivas más impactantes, aunque eso signifique difundir noticias falsas. Greta deberá enfrentarse a una encrucijada personal y profesional que la llevará a cuestionarse el papel de los medios de comunicación y los límites éticos de su trabajo.

Análisis de la novela y opinión personal: Greta es una joven reportera de televisión que trabaja para El Canal, aunque no es precisamente la estrella de la pantalla ( y su sueldo es buena muestra de ello), su trabajo es reconocido por su jefe que quiere que sea ella la que cubra el caso de Estrella, una niña de tres años que ha caído a un pozo durante una comida familiar; y a Greta le gustaría ( porque el caso tienen todos los ingredientes  para convertirse en un bombazo), pero no puede porque ha tenido la buena o mala fortuna de ser convocada a un jurado popular y está obligada a asistir al juicio de un joven acusado del asesinato de su madre.

El jefe de Greta no deja de prometerle que hablará con alguien para arreglar lo del jurado, pero mientras ese momento llega, Greta intentará compaginar su deber de ciudadana con la cobertura de la noticia, para ello contará con la ayuda de Juan Quatremer, un cámara curtido en mil batallas, aunque también sabe que deberá competir con otros periodistas no solo de su cadena, sino de las cadenas rivales en una guerra por hacerse con la audiencia.

A lo largo de cinco partes que se corresponden a los cinco días en los que se desarrolla la acción, nos encontraremos con dos sucesos independientes que solo tienen como punto en común que Greta interviene en los dos: Por un lado el caso de Estrella, la niña de tres años que ha caído a un pozo. Es una noticia de primera magnitud no solo por la corta edad de la pequeña y porque nadie parece entender cómo pudo suceder ( el agujero apenas tienen treinta centimetros de diametro en su abertura), sino también por la cantidad de medios que se han desplegado para el rescate. bomberos, grúas, mineros especializados, los más sofisticados equipos de geolocalización...

Y como no, la televisión, todas las cadenas han enviado a sus cámaras y reporteros para que " el público" no se pierda ni un minuto. Resultado, se ha montado un circo: Informaciones distorsionadas, elucubraciones que no llevan a ningún sitio y que ponen el punto de mira en los padres de la niña, que bastante tienen con lidiar con su medio y su dolor, supuestos comités de expertos de todo tipo que desde los estudios analizan, pontifican y sentencian. Entrevistas con vecinos, conocidos y amigos que dan su opinión, carnaza cuya finalidad es alimentar a las audiencias, porque nadie se puede permitir perder ante la competencia. Incluso los periodistas honestos, que quieren informar con veracidad, se van arrastrados por la marea y deben luchar para no perder pie.

Frente a este caso,  tenemos otro mucho menos novedoso y que ha perdido vigencia en la memoria de la gente, ocurrió hace cuatro años, durante la Champions, en un chalet familiar a las afueras de Madrid: un hijo ha asesinado a su madre golpeándola con un jarrón de Lladró y luego asfixiandola con unas almohadas, eso al menos es lo que se desprende de la investigación policial, el joven sin embargo lo niega, y dice que el crimen ha sido cometido por unos encapuchados que huyeron al entrar él en la habitación, pero no se han encontrado pruebas de que dichos enmascarados existan y además el joven tardó demasiado tiempo en dar la voz de alarma ¿ Que estuvo haciendo durante ese tiempo?. El juicio está entrando en la recta final y faltan pocos días para que aislen al jurado para la deliberación, así que Greta tienen que aprovechar el tiempo que le queda antes de que la aíslen porque ella también quiere cubrir el caso de Estrella.

Aunque n principio el juicio y sus pormenores tienen cierta relevancia, poco a poco se va diluyendo hasta quedar prácticamente en nada.

En cuanto a los personajes la mejor perfilada es Greta Cadaqués, la protagonista, una joven que ha estudiado periodismo porque quiere contar historias, sin ceder a la presión de sus padres ( sobretodo de su padre, antiguo periodista que cree que la profesión ha degenerado dejándose llevar por el sensacionalismo), que preferirían que estudiara otra carrera y se sacase una oposición; a Greta nada le importa ni su sueldo insignificante ni su pequeño apartamento en una buhardilla que apenas le permite ponerse de pie, ella necesita la droga de los directos, la adrenalina de estar en el lugar de la noticia, aunque en muchas ocasiones el modo de obtenerla bordee los límites de lo ético.

A su lado, Juan Quatremer, uno de los cámaras más veteranos de la televisión, curtido en guerras, terremotos y desgracias humanas; él entiende el periodismo a la manera de la vieja escuela, ajustándose a la verdad de la manera más rigurosa posible. El es en cierta forma " la conciencia" de Greta ( aunque no sea eso lo que el pretende). Tal como lo describe la autora, alto, fuerte, con grandes bigotes y un puro siempre en la boca, a mi me ha recordado a Miguel de la Quadra Salcedo. Frente a ellos, el jefe (y todos los jefes), que solo pretenden obtener las exclusivas más impactantes, aunque haya que mentir, falsear o deformar la realidad.

También Melania, la ex becaria de Greta, hermosa, con una piernas interminables y una melena amaestrada para dejarse caer sobre los hombros, un escote sin defectos, la cámara la adora y da muy bien en televisión, aunque sus crónicas están vacías de contenido.

Y no podemos olvidarnos de el padre de la niña, Vasile, que además es rumano, extranjero, y que pronto se convierte en sospechoso de lo ocurrido, porque " no es de los nuestros". ni de Estrella, la pequeña caída en el pozo, cada uno de los cinco días en que se divide la acción se inicia con unos párrafos en los que se recogen los pensamientos y sentimientos  de la niña y reconozco que esas partes me pusieron los pelos de punta.

El caso de Estrella nos traerá a todos a la memoria otro muy mediático, el de Julen; he de confesar que no lo seguí con demasiada atención porque me causaba mucha angustia, así que no se cuantos de los hechos reales habrá utilizado la autora y cuantos serán de su propia cosecha, Se que se ha cambiado la localización: el de Estrella tienen lugar en la zona de Tajuña, al sur de Madrid, así que supongo que muchos otros detalles también serán diferentes.

Tampoco entro a valorar si no hubiera sido mejor que en la novela todo fuera ficción, lo que si queda claro es que la escritora crítica y lo hace con dureza el periodismo sensacionalista, el que no se basa en la información contrastada y solo busca el morbo por el morbo con tal de ganar audiencia; critica que también alcanza a buena parte de los telespectadores, a los que no les importa tanto la verdad, sino el espectáculo. No se si es cierto que tenemos la televisión que nos merecemos o si es una excusa fácil para darnosla con queso, el hecho es que los programas de telebasura campan por todas las cadenas y que sí ahí siguen es porque la gente los ve y son rentables.

La autora también reivindica el periodismo honesto, fiable, contrastado, que solo pretende hacernos llegar las noticias, sin juicios ni manipulaciones de ningún tipo, solo contándonos las cosas como son y nos deja claro que ese periodismo existe y que hay que ponerlo en valor.

Dicho esto y sin dejar de reconocer lo que de bueno tienen la novela, la escritora sabe de lo que habla (no en vano es una periodista veterana) y escribe muy bien, El pozo no me ha terminado de convencer, me parece una historia en la que hay mucho desequilibrio entre las dos tramas: el caso de Estrella asume todo el protagonismo y el juicio y todo lo que conlleva, aunque empieza con fuerza, se acaba diluyendo y termina por no tener razón de ser, me parece más una excusa para justificar que Greta no pueda involucrarse al cien por cien en la cobertura de la noticia, y eso que tengo que reconocer ( y puede ser la explicación de mi desencanto), que esa parte me llamaba poderosamente la atención, el asesinato, el análisis de los hechos, e incluso la investigación que lleva Greta,  me resultaban muy interesante, por eso la forma abrupta de darla por zanjada, no ha podido menos de decepcionarme, y eso es una pena porque al principio prometía...

Para terminar: " ... Y mejor así, antes de que le repitiera que eso no eran noticias ni era nada más que otra sarta de idioteces, de fuegos artificiales para entretener. Que aquello no era periodismo como el que él había conocido mientras le dejaron, antes de que fuera un negocio sin escrúpulos y amén."

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