Conocí a Prosper de Mérimée por Carmen, pero no por la novela sino por alguna de sus adaptaciones cinematográficas y la verdad, tenía una cierta curiosidad por leerlo, así que, cuando encontré en una librería de segunda mano La dama del antifaz, una historia de aventuras, la compré sin pensarlo más, y hoy la traigo al blog dentro del reto de las Inquilinas de Netherfield todos los clásicos grandes y pequeños " clásico de aventuras" y con el finalizo el nivel 3.
Editorial: Salvat.Fecha de publicación: 1829/1987. 236 pág.
El autor: Prosper Mérimée ( 1803.1870), amigo de Stendhal, en los años en los que Chateaubriand y Benjamin Constant otorgaban a la novela francesa una eminencia europea. Se inició en el teatro en 1825 con las diez piezas de El teatro de Clara Gazul pero sus actividades públicas le llevaron a conocer profundamente la historia y el drama histórico La Jacquerie, 1828 le otorgó enorme popularidad. Pero será la novela el género que convendrá mejor a su capacidad de observación, su ironía volteriana y su dominio de los diálogos. Atraído por España, Carmen, 1845 sintetizará todos los tópicos de la España romántica.Su capacidad por el relato fantástico puede apreciarse en Las almas del purgatorio, 1834 y Lokis, 1869. Introdujo también la novela rusa, traduciendo a Turgueniev, Gogol y Pushkin en Francia.
Argumento: Son años en que los caballeros se baten a duelo a espada, años en que hugonotes y papistas, tras la guerra civil, se enzarzan en acusaciones que terminan con frecuencia en derramamiento de sangre. Los hechos que se narran en esta novela de inspiración histórica suceden en París, cuyas calles son " tan peligrosas como la carretera de Sevilla a Granada". Bernardo de Mergy es una especie de Artagnan, y sus aventuras son descritas con eficaz sentido del ritmo y del marco histórico. La dama del antifaz, cuya deuda a Alejandro Dumas y sus mosqueteros es evidente, es una novela romántica, un trepidante relato de acción, donde los lances amorosos discurren entre peleas y tragedias.
Análisis de la novela y opinión personal: Fancia, 1572, la lucha entre hugonotes y católicos se encuentra en un in pass, la calma es tensa y cualquier incidente puede hacer saltar la chispa, pero unos y otros esperan que sea el enemigo quién de el primer paso.
En esta atmósfera enrarecida, Bernardo de Mergy, joven hugonote, llega a París enviado por su padre para ingresar en el ejército a las órdenes del Señor de Coligny, sigue así al tradición familiar porque hace muchos años, el señor de Mergy también sirvió bajo el mando del almirante.
Recién llegado a la ciudad, Bernardo se encuentra con quién menos se espera, su hermano mayor George, con el que hace tiempo que no tienen relación, porque, rompiendo el corazón de sus padres ha abandonado la fe hugonote y ha abrazado el catolicismo. George introduce a Bernardo en su círculo de amigos y gracias a él conocerá a la hermosa Diana, Duquesa de Turgis, una dama de alcurnia que en ocasiones ( ignoramos porqué) cubre su rostro con un antifaz.
Atraído por Diana, Bernardo se verá involucrado en una peligrosa conspiración y él y George en bandos opuestos, durante la sangrienta noche de San Bartolomé.
Dividida en 27 capítulos y narrada en tercera persona por un narrador omnisciente, La dama del antifaz nos sumerge en una historia de aventuras, duelos a espada, peleas, cruentas batallas, intrigas políticas, luchas fratricidas, intolerancia religiosa y un poco de romance.
El estilo del autor es sobrio y preciso y los personajes no están demasiado perfilados, solo lo justo para identificarlos: El protagonista es sin duda Bernardo de Mergy, un joven hugonote que llega a París para servir al rey, fiel a su fe, resistirá todos los intentos de los que le rodean para convertirse; valiente, atrevido y leal, es el héroe perfecto de las novelas de aventuras.
Su hermano George, también es valiente y noble, pero ha abjurado de su fe, pero no por profundas convicciones religiosas sino por su resentimiento contra el príncipe de Conté. Más que creyente de una u otra religión, George es un agnóstico y un escéptico.
Diana, Duquesa de Turgis, hermosa dama, ferviente católica, que muchas veces lleva el rostro cubierto por un antifaz. Se enamora de Bernardo, pero sus creencias religiosas, muy proundas en ambos, les separan.
El almirante, Señor de Coligny, hugonote, sobrio , creyente y fiel al rey y a su país, su austeridad le ha creado muchos enemigos, principalmente entre El Duque de Guisa y sus partidarios, pero sus seguidores lo admiran y adoran.
Vizconde de Benville, uno de los amigos más cercanos de George, católico, que acoge a Bernardo con los brazos abiertos.
Carlos IX, el rey, en principio se muestra objetivo, repartiendo sus favores entre católicos y hugonotes, y parece sentir mucho aprecio hacia el señor de Coligny, pero según las crónicas, la matanza de San Bartolomé se llevó a cabo bajo sus auspicios.
La dama del antifaz ha sido la primera decepción del año ( y viendo el mes en que estamos no es mal balance), tal vez mis expectativas me jugaron una mala pasada, pero la culpa la tiene la contraportada; no se puede "vender" esta historia como una especie de Tres mosqueteros, ni a Bernardo de Mergy como un D´Artagnan, porque ni personajes ni trama ni agilidad pueden ser comparables. No todo es malo sin embargo, me han impresionado las descripciones de la sangrienta noche de San Bartolomé ( asesinato en masa de hugonotes que se extendió por Francia durante meses) y del sitio de la Rochelle, y me ha gustado bastante el personaje de George, un hombre generoso, valiente y escéptico en materia religiosa, pero sin embargo no esté dispuesto a cometer atrocidades en nombre de ninguna religión porque piensa que la dignidad y el valor del ser humano están por encima de ritos y creencias.
Pese a estas últimas impresiones positivas, no creo que vuelva a animarme con el autor.
Para terminar: Me molesta profundamente esa manía de cambiar el titulo de las novelas cuando se traducen, sobre todo si, como es el caso, ese cambio puede inducir a error. El titulo original de esta historia es El hugonote. Crónica del reinado de Carlos IX, mucho más ajustada al protagonista y al argumento, y aunque es cierto que el personaje de Diana de Turgis tiene una cierta relevancia en la novela, no tanto como para darle titulo al libro y porque hace esperar cosas que no son.
Participa
Creo que en otros países se suelen mantener los títulos originales. Aquí casi siempre se traducen, a veces con muy mala fortuna.
ResponderEliminarNo he leído nada de Merimée y la verdad es que aparte de "Carmen" no conocía ninguna otra obra suya
Besos
¡Hola! Yo no la conocía y hace mucho que no leo novelas de aventuras pero ahora mismo no es lo que más me apetece. Un besote :)
ResponderEliminarNo lo conocía y veo pocas novelas de aventuras así que lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarBesos y gracias por la reseña.
Yo también lo conocí con Carmen y algunos cuentos más que estaban en el mismo libro. No sé si me quedaron muchas ganas de repetir. Lo leí a gusto, pero sin más. Prefiero a Dumas con sus tres mosqueteros o el conde de Montecristo.
ResponderEliminarPor cierto tengo un problema con el gadget de blogs favoritos y no me actualiza algunos. El tuyo es uno de los ellos. Estoy negra con el tema.
Un beso.
Buenas tardes, Mar:
ResponderEliminarSí que siento la decepción que te has llevado. No obstante, y como tú dices, estamos iniciando el último cuatrimestre del año...
Por otro lado, yo tengo un título de este autor preparado para una de estas semanas, espero que me resulte mejor.
Un abrazo, y muy feliz semana!!
Vaya, según leía tu reseña pensé que estaba ante una lectura entretenida, pero el que te llevaras una buena decepción, desanima a darle una oportunidad. A veces el título y el márketing juegan una mala pasada: no se puede mencionar tan a la ligera al mítico personaje de D´Artagnan. Besos.
ResponderEliminarHola Mar, pues la verdad es que al principio me había animado a leerla, pero al ver tu decepción igual la dejo pasar... Es cierto lo que dices, no te pueden vender una novela comparándola con otra, siempre habrá decepción por alguna de las partes...
ResponderEliminarUn besazo