Esta novela la he leído tres veces desde su publicación en 1991 ( ganó el premio planeta de ese año) y no la había entendido ni cogido gusto hasta esta última vez. La primera vez, me la aconsejó mi tío abuelo a quien se la habían regalado por su cumpleaños, empecé a leerla y la terminé porque en aquella época era yo muy tozuda y no dejaba ningún libro sin acabar aunque me pareciera un plomazo y eso fue lo que pensé cuando me encontré ante sus quinientas setenta y pico páginas, de la historia, solamente me interesó el destino e la joven mujer emparedada.
La segunda vez que leí el libro, fue en 2006, por recomendación de Rafa, mi profesor en un curso de literatura de la Universidad Popular, Rafa es un enamorado de Muñoz Molina y de esta novela en concreto, siempre dice que " parece escrita para él", así que cuando salió el tema y me recomendó volver a leerla, hice de tripas corazón y me puse a ello, y aunque la novela me gustó algo más que la primera vez, seguí sin engancharme y sin tenerle el cariño que Rafa le profesaba.
Y como dicen que no hay dos sin tres, o que a la tercera va la vencida, el jinete polaco y yo volvimos a encontrarnos otra vez este año y por mediación nuevamente de Rafa, ya que el es el conductor del Club de lectura de la buena letra al que me incorporé recientemente, y aunque no puedo hablar de flechazo por que este libro y yo nos conocemos ya desde hace tiempo, si puedo decir que al final me acomodé a él como a unas zapatillas viejas y he encontrado mi voz en las narración que Manuel hace de su pasado, su reconciliación con lo que el fue, , con su familia, con su lugar de origen, reconciliación que le permite, a través de esta aceptación, recuperar su identidad.
Sinopsis
El protagonista, que es traductor simultaneo, va evocando en un relato, que es como un rompecabezas en el que todas las piezas terminan por encajar, la vida en el pueblo andaluz de Mágina, donde nación. Su bisabuelo Pedro, que era expósito y estuvo en Cuba, el abuelo, guardia de asalto que en 1939 acabó en un campo de concentración, sus padres, campesinos que llevan una vida resignada y oscura, él mismo con su niñez y adolescencia, testigo de la gran transformación que sufre el lugar con el paso de los años.
Van apareciendo también otros muchos habitantes de Mágina, como el jefe de policía, poeta vergonzante, el fotógrafo, el periodista, el comandante Galaz, que en 1936 reprimió la sublevación militar y el anciano médico, extrañamente relacionado con el descubrimiento de la momia de una mujer joven emparedada.
En el curso de un largo periodo de tiempo, entre el asesinato de Prim en 1870 y la guerra del Golfo, estos personajes forman un apasionante mosaico de vidas a través de las cuales se recrea un pasado que ilumina y explica la personalidad del narrador.
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