He leído varias novelas de la serie protagonizada por el inspector Morse y el sargento Lewis ( siempre en desorden a medida que las encontraba en las librerías de segunda mano), pero no conocía Último autobús a Woodsstock, hoy la traigo al blog dentro de la VI Edición del reto de las Inquilinas de Neteherfiel, todos los clásicos grandes y pequeños versión estándar, nivel 1 "Medio de transporte en el título,imagen de cubierta o que sea parte importante de la trama".
Editorial: Siruela. Fecha de publicación:1975/ 2023. 304 pág.
El autor: Colin Dexter (Samford, 1930- Oxford, 2017). Estudió en el Christ´s College de Cambrigde, trabajando posteriormente como profesor de Estudios clásicos en varias escuelas. Debido a sus problemas de sordera, Dexter fue apartado de la enseñanza para ocupar un puesto de administrativo en la Universidad de Osford hasta que se jubiló en 1988,
Comenzó a escribir novelas policíacas en 1972 durante unas vacaciones familiares en Gales.. Su primer libro, Último autobús a Woodstock se publicó en 1975 y en él introdujo por primera vez al inspector Morse. Luego llegarían doce novelas más. Recibió varios premios Dagger, incluyendo la Daga de diamante a toda su carrera literaria y La orden del Inperio británico por sus servicios a la cultura.
Sus novelas fueron adaptadas a la televisión entre 1987 y 2000 con el tituló de Inspector Morse, en 2012, como Endeavour, que narra los inicios en la policía de Endeavoir Morse, y entre 2006 y 2016 una secuela, Lewis, centrada en el personaje de Robert Lewis el principal colaborador de Morse.
Argumento: El cuerpo sin vida de Sylvia Kaye aparece a las puertas de un pib de Woodstock, un pequeño y pacífico pueblo británico. El inspector Morse de la policia de Oxford-exalumno de la prestigiosa universidad local, apasionado de la música de Wagner, los crucigramas y las pintas de cerveza- está seguro de saber quién es la muchacha con la que Sylvia fue vista en una parada del autobús aquella fatídica noche. y que parece tener la clave del asesinato.
Pero el irreprimible sarcasmo y el exceso de confianza de Morse en sus dotes deductivas chocan de inmediato con la frialdad de la joven, dejando claro que descubrir la dolorosa verdad y actuar en consecuencia requerirá hasta el último átomo de la disciplina profesional del inspector.
Oxford como telón de fondo, una historia sin fisuras y un elaborado desarrollo de los personajes son las tres inconfundibles señas de identidad que han convertido a Colin Dexter en uno de los exponentes contemporáneos más importantes del género, un verdadero maestro de la ficción policíal clásica.
Análisis de la novela y opinión personal: Dos muchachas esperan en una parada el autobús a Woodsrock, pero tarda en llegar, y una de ellas más impaciente, decide hacer autostop, la otra aunque duda al principio, la sigue. Unas horas más tarde, el cadáver de Sylvia Kaye, una de las jóvenes, aparece en el aparcamiento del Black Prince, un pub local; lo encuentra un cliente que ha salido a tomar el aire por hallarse indispuesto. La chica ha muerto de un golpe en la cabeza propinado por una palanca para neumáticos y ha sido violada. La otra joven ha desaparecido.
De la investigación del asesinato se encargaran el inspector Morse y el sargento Lewis, que nunca hasta entonces hasta entonces habían trabajado juntos y que son muy distintos, se complementan muy bien (en gran medida gracias al esfuerzo de Lewis, que se las ve y se las desea en muchas ocasiones para lidiar con el excéntrico carácter de su superior). El objetivo desde luego es descubrir al asesino de Sylvia pero antes necesitan saber quién era la muchacha que la acompañaba aquella noche y que esta cuente lo que sabe, ya que Morse está convencido que ella tiene la clave del crimen.
Dividida en tres partes con título, un Prólogo, 31 capítulos y un Epilogo y contada en tercera persona por un narrador que unas veces es omnisciente y otras adopta el punto de vista de varios personajes, lo que nos permitirá conocer sus pensamientos y sentimientos, Último autobús a Woodstock es una novela de corte clásico cuya acción se desarrolla a lo largo de veintisiete días, del 29 de septiembre al 25 de octubre, con pocas pistas, y las que hay no parecen llevar a ninguna parte, un " testigo" renuente que se niega a darse conocer y que podría tener la clave pare descubrir al asesino, un inspector convencido desde el primer momento de saber quién es la joven que acompañaba a la victima y que fue lo que ocurrió ( aunque las investigaciones no parezcan darle la razón y lo aboquen una y otra vez a un callejón sin salida), varios sospechosos y alguna que otra confesión...
Con un estilo a veces ágil y otras más pausado cuando nos adentrábamos en el mundo interior de los personajes y una prosa cuidada llena de ironía y un humor muy británico, presente sobre todo en los diálogos de los protagonistas, la novela nos lleva a Oxford en la década de los setenta, una ciudad en la que se mezclan los catedráticos y universitarios con las jóvenes oficinistas y los obreros manuales, y en la que pese a su aparente elegancia nos encontraremos con todo tipo de delitos y bajas pasiones.
Los protagonistas, el inspector Morse y el sargente Lewis no pueden ser más diferentes, pero forman un tandem perfecto que nos recuerda a Holmes, y Watson o a Poirot y Hastings en el que Lewis actúa como caja de resonancia de Morse y es el contrapunto realista de las descabelladas teorías de este ( aunque suelan ser acertadas).
Mientras Morse es, irascible, machista, mujeriego, bebe en exceso y es demasiado tozudo para su propio bien aunque también inteligente, Lewis es todo lo contrario, tranquilo, honesto, sincero, familiar... vamos, que no tienen nada que ver.
Me ha gustado Ultimo autobús a Woodstock principalmente porque está situado en Oxford, aunque esta novela es más de personajes que de ambientaciones y no obstante el lugar en que se desarrollan no deja de tener su influencia, tal vez fueran distintos si vivieran en otro lugar, pese a que los delitos y las pasiones son los mismos en todos lados... La época, los años setenta, también hay que tenerla en cuenta, las observaciones sobre la mujer o la banalización de temas tan sensibles como la violación ahora serian inaceptables, pero como siempre comento en estos casos, no podemos juzgar los hechos del pasado con los ojos de hoy, aunque afortunadamente hayamos avanzado.
En cuanto a Morse, por mucho que nos parezca machista y bastante cabezota, os aseguro que en las siguientes entregas se le termina cogiendo cariño.
En esta ocasión intentaré leer la serie en orden, que se disfruta más y se entiende mejor.
Para terminar: "¿ Que había pasado en realidad el miércoles por la noche?. Le atormentaba pensar que había tenido lugar una secuencia de acontecimientos que en sí mismos no tenían nada de extraordinario. Que cada suceso era la consecuencia lógica del anterior. y que solo si su mente conseguía proyectarse sobre una serie de relaciones naturalmente causales lograría obtener una imagen completa de lo sucedido."
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