Conocí a Carlos Zanón cuando leí tarde, mal y nunca para la Yincana Criminal de 2015 organizada por Carmina y Kayena y poco después lo escuché hablar en la Semana Negra de Gijón con ocasión de que le entregaran el premio Hammett por Yo fui Johnny Thunders; desde ese momento ha sido uno de los escritores a tener en cuenta para mi, aunque tardara dos años en ponerme con otra de sus novelas.
Editorial: R.B.A. Fecha de publicación: 2014. 300 pág.
El autor: Carlos Zanón, nació en Barcelona en 1966, es poeta, novelista, guionista, articulista y crítico literario. Su dedicación a la novela negra ha hecho que se le haya comparado con autores como Vázquez Montalban o Jim Thompson. Es licenciado en Derecho,. Ha escrito los libros de poemas:, El sabor de tu boca borracha 1989, ilusiones y sueños de 10000 maletas, 1996, En el parque de los osos, 2000, Algunas maneras de olvidar a Gengis Khan, 2004, galardonado con el premio Valencia de poesía, en cuanto a novelas, cabe destacar: Nadie ama a un hombre bueno, 2008, tarde, mal y nunca, 2009, No llames a casa, 2012 o yo fui Jhonny Thunders, 2014, también ha escrito libros de temática musical como Bee Gees, la importancia de ser un grupo pop 1998 o De Ville: el hombre al que Rosita robo el televisor y ha colaborado como letrista con grupos como Loquillo y los trogloditas o como articulista para revistas musicales como Ruta 66. Publicó también Marley está muerto, 2015, Banco de Sangre y Taxi, 2017.
Argumento: Barcelona 2012. Acostumbrados a bordear el abismo, Bruno, Raquel y Cristian no se pueden creer la suerte que han tenido. Han dejado los trapicheos de poca monta y han dado con un negocio que puede dar pasta. La idea es sencilla:acechar las casas de citas y después chantajear a los amantes furtivos que se encuentran allí. Vender silencio es rentable y poco peligroso. Todo va bien hasta que en su camino se cruzan Max y Merche y el juego se transforma en otra cosa.
Análisis de la novela y opinión personal: Tuve un profesor de literatura en un curso que decía que un buen final en una novela es importante pero que si no enganchas a los lectores desde el primer párrafo ya los has perdido y aunque esta es solo la segunda novela que leo de Carlos Zanón, me sorprende lo " enganchantes" que son sus principios "La gente que olvida mal suele hacerse daño. Porque los que olvidan mal dicen la verdad con mentiras, extravían nombres, esconden personas y lugares y acaban por recordar solo lo bueno"... Y así con este extraordinario comienzo No llames a casa nos sumerge en el mundo de Cristian, Bruno y Raquel, un mundo sórdido, de noches al raso, frío, alcohol, drogas y miseria, un mundo del que los tres piensan salir con un sencillo negocio que se les ha ocurrido: acechar las casas de citas para pillar " in fraganti" a las parejas que acuden allí a vivir su amor, anotar la matricula de los vehículos, conseguir el nombre del titular y hacerles chantaje, exigiéndoles una cantidad de dinero para no revelar a sus consortes sus sórdidas aventuras, algunas veces les sale bien, otras no, pero el negocio compensa, hasta que se encuentran con Max y Merche, dos adúlteros que viven su amor furtivamente, y todo se tuerce y llega el desastre.
Dividida en treinta y cuatro capítulos y con un lenguaje brutal, muchas veces soez y al mismo tiempo poético, No llames a casa nos presenta una Barcelona fría, desencantada y hostil y unos personajes que tal vez estén más allá de la redención: Cristian, moreno, delgado, consumido, harto de su vida actual que quiere dar un buen golpe y marcharse a otros lugares, aunque sea para hacer lo mismo. Raquel, su hermanastra, una yonqui con el hígado destrozado, que espera sin mucha esperanza un hipotético transporte, una mujer que lo ha perdido todo, hijos, marido y situación económica por un amor que no fue tal y que ahora pretende revivir con Bruno, tan desencantado como los otros, compinche más que compañero, celoso, brutal, desconfiado...
A su alrededor pululan Mireia, Delors, la Señora Inma, y su hija Brenda... Y Max y Merche, cuyas vidas aparentemente normales: trabajo, parejas, hijos, se ve trastornada por el amor que sienten el uno por el otro, y es que el amor del que nos habla Zanón no es la fuerza liberadora y salvadora que siempre creímos que era, sino la causa principal de nuestra destrucción.
Como ya me había sucedido con tarde, mal y nunca, No llames a casa me ha gustado muchisismo. No se que tiene Zanón que aunque sus personajes sean delincuentes desagradables, desgraciados y miserables, cuando empiezo una historia de las suyas no puedo parar hasta que lo termino, me sumerjo en el mundo que me muestra y luego cuando acabo, tengo que subir a respirar porque me paso las horas conteniendo la respiración... me encanta. Es brutal.
Para terminar: Si no habéis leído nada de Carlos Zanón ya estáis tardando.
Participa
El autor: Carlos Zanón, nació en Barcelona en 1966, es poeta, novelista, guionista, articulista y crítico literario. Su dedicación a la novela negra ha hecho que se le haya comparado con autores como Vázquez Montalban o Jim Thompson. Es licenciado en Derecho,. Ha escrito los libros de poemas:, El sabor de tu boca borracha 1989, ilusiones y sueños de 10000 maletas, 1996, En el parque de los osos, 2000, Algunas maneras de olvidar a Gengis Khan, 2004, galardonado con el premio Valencia de poesía, en cuanto a novelas, cabe destacar: Nadie ama a un hombre bueno, 2008, tarde, mal y nunca, 2009, No llames a casa, 2012 o yo fui Jhonny Thunders, 2014, también ha escrito libros de temática musical como Bee Gees, la importancia de ser un grupo pop 1998 o De Ville: el hombre al que Rosita robo el televisor y ha colaborado como letrista con grupos como Loquillo y los trogloditas o como articulista para revistas musicales como Ruta 66. Publicó también Marley está muerto, 2015, Banco de Sangre y Taxi, 2017.
Argumento: Barcelona 2012. Acostumbrados a bordear el abismo, Bruno, Raquel y Cristian no se pueden creer la suerte que han tenido. Han dejado los trapicheos de poca monta y han dado con un negocio que puede dar pasta. La idea es sencilla:acechar las casas de citas y después chantajear a los amantes furtivos que se encuentran allí. Vender silencio es rentable y poco peligroso. Todo va bien hasta que en su camino se cruzan Max y Merche y el juego se transforma en otra cosa.
Análisis de la novela y opinión personal: Tuve un profesor de literatura en un curso que decía que un buen final en una novela es importante pero que si no enganchas a los lectores desde el primer párrafo ya los has perdido y aunque esta es solo la segunda novela que leo de Carlos Zanón, me sorprende lo " enganchantes" que son sus principios "La gente que olvida mal suele hacerse daño. Porque los que olvidan mal dicen la verdad con mentiras, extravían nombres, esconden personas y lugares y acaban por recordar solo lo bueno"... Y así con este extraordinario comienzo No llames a casa nos sumerge en el mundo de Cristian, Bruno y Raquel, un mundo sórdido, de noches al raso, frío, alcohol, drogas y miseria, un mundo del que los tres piensan salir con un sencillo negocio que se les ha ocurrido: acechar las casas de citas para pillar " in fraganti" a las parejas que acuden allí a vivir su amor, anotar la matricula de los vehículos, conseguir el nombre del titular y hacerles chantaje, exigiéndoles una cantidad de dinero para no revelar a sus consortes sus sórdidas aventuras, algunas veces les sale bien, otras no, pero el negocio compensa, hasta que se encuentran con Max y Merche, dos adúlteros que viven su amor furtivamente, y todo se tuerce y llega el desastre.
Dividida en treinta y cuatro capítulos y con un lenguaje brutal, muchas veces soez y al mismo tiempo poético, No llames a casa nos presenta una Barcelona fría, desencantada y hostil y unos personajes que tal vez estén más allá de la redención: Cristian, moreno, delgado, consumido, harto de su vida actual que quiere dar un buen golpe y marcharse a otros lugares, aunque sea para hacer lo mismo. Raquel, su hermanastra, una yonqui con el hígado destrozado, que espera sin mucha esperanza un hipotético transporte, una mujer que lo ha perdido todo, hijos, marido y situación económica por un amor que no fue tal y que ahora pretende revivir con Bruno, tan desencantado como los otros, compinche más que compañero, celoso, brutal, desconfiado...
A su alrededor pululan Mireia, Delors, la Señora Inma, y su hija Brenda... Y Max y Merche, cuyas vidas aparentemente normales: trabajo, parejas, hijos, se ve trastornada por el amor que sienten el uno por el otro, y es que el amor del que nos habla Zanón no es la fuerza liberadora y salvadora que siempre creímos que era, sino la causa principal de nuestra destrucción.
Como ya me había sucedido con tarde, mal y nunca, No llames a casa me ha gustado muchisismo. No se que tiene Zanón que aunque sus personajes sean delincuentes desagradables, desgraciados y miserables, cuando empiezo una historia de las suyas no puedo parar hasta que lo termino, me sumerjo en el mundo que me muestra y luego cuando acabo, tengo que subir a respirar porque me paso las horas conteniendo la respiración... me encanta. Es brutal.
Para terminar: Si no habéis leído nada de Carlos Zanón ya estáis tardando.
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