Verano en Rojo de Berna González Harbour.

Conocí a Berna González Harbour el año pasado en la Semana Negra de Gijón, no en una de las mesas redondas a las que estaba invitada ( no me coincidió asistir), sino como presentadora de Los Ángeles de Hielo de Toni Hill, y los comentarios que hizo sobre la novela y lo que el autor contó sobre la escritora despertaron mi curiosidad, así que  decidí que en cuanto pudiera me haría con el primer libro de su serie protagonizada por la Inspectora Ruiz, hasta este mes de Enero no me ha sido posible, pero aquí os traigo Verano en Rojo y mis impresiones.

                              Editorial: RBA. Fecha de publicación 2012. 352 pág.

La autora:  Berna González Harbour. Santander 1965, es periodista, subdirectora del diario El País y colaboradora de la Cadena Ser. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, ha estado vinculada desde sus inicios a la cobertura de noticias de Internacional, ha sido corresponsal en Moscú, enviada especial en una veintena de países en conflicto y redactora jefe de esta Sección. La información sobre el mundo, la política, los cambios sociales, el impulso de las mujeres, la transformación de un gran periódico en plena revolución digital y los libros son algunas de sus pasiones.

Ganó en accésit del Premio José Hierro con Viaje al fondo de un embudo, 1995. Con Verano en Rojo 2012 se estrena como novelista en el genero policíaco, después vendrían Margen de error, 2014, Los ciervos llegan sin avisar 2015.

Argumento: Madrid, verano de 2010. Corren los días del mundial de fútbol y mientras los ojos de todos están puestos en los tortuosos avances del equipo de España en Sudáfrica, la comisaria María Ruiz se enfrenta a un tenebroso crimen: Un joven ha aparecido asesinado, sin identidad visible. Sin pistas aparentes. Sin móvil.

Mujer atractiva, concienzuda y tenaz, María iniciará  una investigación que se complicará cada vez más. Pero no esta sola. El veterano periodista Luna, un maestro de la profesión hoy acorralado por la crisis y la era digital y Tomás, brillante informático de la policía, serán claves para llegar hasta el fin. La intriga será para ellos tan trepidante como la que acompañó a la selección hasta la recta final.

Análisis de la novela y opinión personal: Nos encontramos en el verano de 2010, la Inspectora María Ruiz repasa los planes para ese sábado que tiene libre: Paella familiar en el chalet de Alcobendas, litros de café y a las 9, el esperado partido contra Paraguay dentro del mundial que va dominando España, sin embargo una simple llamada tuerce esos planes; el agente Esteban Vázquez le comunica que en el estanque del parque Juan Carlos I, en apenas 80 cm, ha aparecido ahogado un chaval, el cuerpo ha sido encontrado por el servicio de limpieza que inmediatamente ha avisado a la policía, en el cadáver no se ha encontrado ningún tipo de documentación, pero durante la autopsia los forenses descubre en la espalda del muerto un extraño tatuaje, (  una corona de espinas con tres gotas de sangre sostenida en lo alto por unos dedos que la ofrecen en actitud suplicante) y que tal vez sirva para identificarle.

La investigación lleva a la Inspectora a Santander, donde unos turistas han encontrado el cadáver de otro joven en la playa de Oyambre, sin identificación y con el mismo tatuaje, cuando se descubre que ambos muchachos habían estudiado unos años atrás en el Colegio de los Redentoristas, queda claro que ambas muertes están relacionadas...

La comisaria sin embargo no está sola frente al caso, cuenta con un buen equipo formado por el agente Vazquez, veterano detective, Tomás, informático de la policía, Martín, otro joven agente, Carlos Fuentes, antiguo jefe de María, que pidió el traslado a Santander por ser una localidad más tranquila y allí poder esperar tranquilamente la jubilación tras un infarto que casi le cuesta la vida y sobretodo, con el periodista Luna, que ha sido despedido por la crisis que sufre el periódico para el que trabajaba y a sus cincuenta y tantos años tiene que trabajar de freelance como un becario cualquiera, él, aunque a la Inspectora le pese, va a ser una pieza clave para la buena marcha de la investigación.

Asesinatos, abuso de menores, prostitución y la Iglesia involucrada....

Verano en rojo esta dividida en un Prologo,  26 capítulos y un Epilogo y contada en tercera persona por un narrador omnisciente.

La mayor parte de la novela se desarrolla en Madrid, pero tiene también otros escenarios como Santander o Burgos y transcurre en Julio de 2010, en pleno Mundial de fútbol.

Personajes: La protagonista de este primer libro y de la serie, es la Inspectora María Ruiz, comisaria desde hace un año, que lleva doce  en la policía, comenzó en el cuerpo como psicóloga, ayudando no solo a las victimas sino también a los propios policía ( agentes alcoholizados, agentes llegados del País Vasco, agentes perdidos por haber pasado más tiempo de la cuenta tratando por igual a traficantes, confidentes y mafiosos...) " su carrera no es convencional y lo mismo que tiene  colegas recelosos por su conocimiento del genero humano, tambien tiene compañeros agradecidos por alguna consulta atinada en el pasado. Todos saben que ella guarda sus secretos, como guarda los suyos, su particular armario de cadáveres..." hasta que un día decidió cambiar de puesto y dedicarse a la investigación, ahora ocupa el cargo de su antiguo jefe, Carlos Fuentes, que solicitó el traslado a una zona más tranquila como la Cantábrica mientras espera la jubilación después de un aparatoso infarto, pasado el tiempo se arrepiente de su decisión porque su actual destino le parece "aburrido", así que recibe como agua de mayo la posibilidad de colaborar con la comisaria en su investigación.

María es una mujer atractiva, decidida y capaz, que mantiene una muy buena relación con su equipo, no solo con Tomás, el joven informático por el que se siente atraída, pero con el que intenta mantener las distancias porque es más joven (¿ cuatro años?), sino también con Martín, otro policía, con los forenses Vicente Rodriguez Montes y Juan Cervantes Correjero, a los que llaman jocosamente Hernández y Fernández, y con el agente Esteban Vazquez, perro viejo, poli malo, machista, duro de mollera... " Siempre escueto, descreído y escéptico y en su fuero interno siempre celoso de su jefa, por joven y mujer", policía con recursos, y buena gente tras su fachada de mal genio.

también tiene una relación peculiar con Luna, viejo periodista de los de antes, que pese a la crisis y al nuevo sistema de" funcionar " mantiene su forma de trabajar, su peculiar olfato y su proverbial honradez.

Verano en rojo es una novela policíaca y negra,  que denuncia la la corrupción en el seno de la Iglesia y el secretismo que se ha mantenido siempre sobre ella, el abuso de menores, la prostitución, la soledad de muchos jóvenes que han tenido que buscar apoyo y compañía en redes sociales, el machismo soterrado que aún existe en muchos ámbitos de la sociedad, la crisis de la cultura, centrada en el periodismo, e incluso el " hasta cierto punto " infantil entusiasmo de todo un país por seguir las vicisitudes de nuestra selección.
Verano en rojo me ha gustado, resulta entretenida y ágil y engancha, tal vez intenta denunciar demasiados temas y algunos solamente los roza. La Inspectora Ruiz no me desagrada pero no he logrado empatizar totalmente con ella ya que pese a ser una mujer dura y liberada  tiene contradicciones que me resultan chocantes: ¿debe de alejarse de Tomás porque es más joven que ella?.¿Cuando ha sido eso obstáculo para un hombre?,
La verdad es que la escritora me ha recordado, aún no se porqué, a Alicia Giménez-Bartlett,  a Petra Delicado y Fermin  y he temido una relación similar entre la Inspectora y el agente Vázquez, pero nada que ver ( al menos en este libro)
El lugar y la época me ha traído muchos recuerdos  de ese verano y de mis propias vivencias durante el Mundial...
Para terminar: El titulo de la novela ( ya sabéis que me gusta comentarlo siempre que es posible), hace referencia a un verano asfixiante, a la camiseta de nuestra selección y a algo más... pero para descubrirlo tendréis que leerla...

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