Llegué a Rebeca por la magnifica película de Hitchcock, luego vino la serie de 1979, estupenda también y muchos años después la novela, la habré leído cuatro o cinco veces antes de tener el blog, pero no fue hasta ahora que decidí releerla y reseñarla. Con ella completo la premisa "terror o gótico" de la VI Edición del reto de las Inquilinas de Netherfield todos los clásicos grandes y pequeños. versión estándar, nivel 5.
La autora: Daphne du Maurier ( Londres 13 de Mayo de 1907- Cornwall, 19 de Abril de 1989). Nació en una familia dedicada a las artes y las letras, recibiendo una cuidada educación.El ambiente en el que se crió y los contactos de su familia fueron decisivos para el lanzamiento de su carrera literaria.
Du Maurier se convirtió en una de las grandes damas de la literatura británica del siglo XX. Mujer adelantada a su tiempo.Muchos de sus libros se convirtieron en éxitos indiscutibles, pese a no gozar del respaldo de gran parte de la crítica. Además de novelas, Du Maurier también escribió obras de teatro y recibió premios y reconocimientos como el National Book Award de los Estados Unidos y la Orden del Imperio Británico.
Entre sus obras destacan: La posada de Jamaica, 1936, Rebeca, 1938, El río del Francés, 1941, Mi prima Rachel, 1951, Mari Anne, 1951, Besáme otra vez, forastero 1952, Una vida por otra 1957, Los Pájaros 1962. Varias de sus novelas fueron llevadas al cine.
Argumento: " Anoche soñé que volvía a Manderley...". Nadie que conozca la película basada en esta novela podría olvidar la voz en off que recita la frase inicial de la obra más lograda de Daphne du Maurier: Rebeca. Así comienzan los recuerdos de la segunda señora de Winter, que la transportan de nuevo a la aislada y gris mansión situada en la húmeda y ventosa costa de Cornualles. Con un marido al que apenas conoce, la joven esposa llega a este inmenso predio para ser inexorablemente ahogada por la fantasmal presencia de la primera señora de Winter, la hermosa Rebeca, muerta pero nunca olvidada. Su habitación permanece intacta, sus vestidos listos para ser lucidos y su sirvienta, la siniestra señora Danvers, aún le profesa una devoción malsana. Y con el espeluznante presentimiento de que algo maligno le está aprisionando el corazón, la joven comienza a investigar el verdadero destino de Rebeca: el oscuro secreto de Manderley.
Análisis de la novela y opinión personal: La protagonista de Rebeca (de la que nunca sabremos su nombre) tiene veintiún años y es la dama de compañía de la señora Van Hopper, una rica viuda norteamericana que la trata como a un trapo, recordàndole constantemente que gracias a ella puede ver mundo.
Cuando comienza la historia ambas se encuentran en Montecarlo. En su mismo hotel se aloja Maxim de Winter, atractivo propietario de la famosa Manderley, una mansión en Cornualles y viudo relativamente reciente que perdió a su esposa Rebeca en un accidente en el mar. Maxim es un hombre reservado, que parece preferir la soledad y que huye como de la peste de la pesada señora Van Hopper; sin embargo cuando esta enferma de gripe y debe guardar cama, Maxim parece apiadarse de su pobre dama de compañía y la lleva a dar largos paseos en coche y comen y cenan juntos. Cierto que Maxim tiene un carácter peculiar, sus bruscos cambios de humor, sus largos silencios... aún así la protagonista se enamora perdidamente de él y lo que le parece más sorprendente, él de ella, o al menos le pide matrimonio ( ¿ Y que otra razón puede haber? ¿ o tsal vez sea la soledad como como insinúa maliciosamente la señora Van Hopper?),
Tras una maravillosa luna de miel, los esposos se instalan en Manderley, y es allí donde todo va a cambiar: La nueva señora de Winter no sabe manejarse en una mansión tan enorme, Maxim pasa mucho tiempo fuera ocupado en los asuntos de la propiedad y la señora Danvers, el ama de llaves, la odia desde el primer momento: todo eso podría haberlo superado la protagonista si no fuera por Rebeca, la perfecta primera esposa de Maxim, su presencia se siente en todas las habitaciones y tanto familiares como amigos se hacen lenguas de su belleza, simpatía, inteligencia y savoir faire... así es como Rebeca se convierte en una obsesión para la segunda señora de Winter, que siente la necesidad de saberlo todo ella, y eso no es más que el principio...
Dividida en veintisiete capítulos y narrada en primera persona por la protagonista sin nombre ( me da rabia no saber como llamarla. ¿ Porqué los lectores somos los únicos que ignoramos su nombre) con una prosa precisa, sutil, elegante y sugestiva, Rebeca es una historia llena de tensión e intriga perfectamente dosificadas que habla de los celos, la identidad social, el peso de los recuerdos sobre todo cuando están distorsionados, la infidelidad o el amor desmesurado y obsesivo.
La ambientación es espléndida y nos va llevando hábilmente de la placidez de Montecarlo a la tensión de Manderley, con hermosas descripciones de la mansión, las habitaciones silenciosas, el encantador gabinete, los jardines, el paseo de rododendros, el valle Feliz, la casita de la cala y el mar...
En cuanto a los personajes, cuatro son los que centran la narración: la protagonista y narradora, una joven huérfana, de veintiún años y de la que ella misma dice que es torpe, tímida, que no le gusta su pelo, que no sabe vestirse y que se queda callada y embobada porque no tiene conversación, una muchacha sin experiencia en la vida, con estas características es lógico que se enamorase hasta las trancas de un hombre mayor, atractivo, seguro, que parece preocuparse por ella y la libra de una vida casi de esclavitud para transformarla en la señora de Winter y llevarla a Manderley, una mansión soñada que ella conoce por una postal que compró en una papelería cuando era niña aún. Lógico que al llegar a Manderley, esa casa tan preciosa y enorme se sienta impotente ante su inmensidad, normal que se obsesione con Rebeca, que parece seguir viva en cada rincón y era perfecta en todo. Ademas Maxim no la ayuda en nada, mucho aspecto de caballero medieval ( así lo ve su segunda mujer) pero anda a lo suyo, lidiando con sus propios fantasmas pero ignorante de lo mal que lo está pasando su esposa y eso que él la conoce y sabe lo tímida e inocente que es...
La señora Danvers, ¡ menudo bicho!, solo imaginármela rondando por las habitaciones vacías, me da escalofríos. Cierto que en ocasiones me dio un poco de pena de ella, la pérdida de Rebeca la ha trastornado completamente, pero tal como se comporta se me pasa rápidamente.
Respecto a Rebeca, nunca un personaje que no aparece ni una sola vez tuvo tanta presencia, tan maravillosa y estupenda que es casi imposible creer que fuera real y es que Rebeca es mucha Rebeca y sobre ella hay mucha tela que cortar...
He disfrutado muchísimo con la lectura de Rebeca, pese a que conozco la historia y se perfectamente lo que va a ocurrir en cada momento, la tensión y la intriga siguen estando ahí, enganchándote...Supongo que los que la leen por primera vez, ignorándolo todo tienen una experiencia diferente, aunque no se si será mejor que la mía.
¿ Y que es lo que mas me ha gustado?, por un lado la protagonista, es insegura, torpe e ingenua pero sin ella la novela como la conocemos no existiría, otra más hábil o inteligente no se hubiera casado con Maxim o hubiera puesto en su sitio a la Señora Danvers y Rebeca desde el primer momento o se lo hubiese contado a Maxim y¡ Adios misterio! y por otro lado, la ambientación, oscura, gótica, envolvente y también ¿ Porqué no ?, el final, triste en cierto sentido y al mismo tiempo liberador.
Para terminar: !!De haber habido una mujer rn Londres a quién Maxum escribiera o visitara, con quién cenase y riese, contra ella hubiera podido luchar. Nos hubieramos encontrado en una liza común. No habría tenido yo miendo entonces. La ira, los celos, se podían dominar. Llegaría un día en que esa mujer envejecería o cambiaría, o se hastiaría y Maxim dejaría de amarla. Pero Rebeca no envejecería. Siempre sería la misma. Ella y yo no podríamos luchar. Era demasiado fuerte para mí".
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