El ángulo muerto de Aro Sáinz de la Maza.

Después de lo mucho que me gustó El verdugo de Gaudí estaba decidida a leer cuanto antes las siguientes entregas de la serie protagonizada por el inspector Milo Malart y hoy traigo al blog El ángulo muerto, la segunda novela de la saga que ya os adelanto me gustó mucho.

           Editorial:  Planeta (Booket). fecha de publicación: Enero 2020. 394 pág.

El autor:  Aro Sáinz de la Maza nació en Barcelona, ciudad donde además de jugar a voley-playa y frecuentar librerías, se entretiene poniendo nombre a todos sus prejuicios. Es escritor, editor y tutor narrativo de varios autores. Inició la serie protagonizada por el Inspector Milo Malart con su novela El verdugo de Gaudí, a la que en 2016 seguiría El Ángulo Muerto, Dócil es la tercera entrega de la serie, en 2020.

Argumento: La crueldad del ser humano no tiene límites. Alguien lleva a cabo una matanza de perros en Barcelona para luego perpetrar con sus cuerpos unos macabros rituales en parques infantiles, provocando la indignación en la ciudad. Sin embargo las cosas pueden ir a peor.Cuando aparece el cuerpo de una estudiante universitaria estrangulada en el bosque, el caso adquiere una dimensión nueva. Mientras un viento frío golpea la ciudad y la lluvia cae sin cesar, el inspector Milo Malart intenta esclarecer una serie de crímenes en las calles de  una Barcelona devastada por la crisis, el desempleo y la corrupción como telón de fondo.

Análisis de la novela y opinión personal: En la sierra de Collserola, uno de los parques metropolitanos más grandes del mundo, que se alza como una atalaya sobre Barcelona, aparece el cadáver de Carolina Estrada, una estudiante de Derecho de veinte años, becaria en un despacho de abogados dedicado al cobro de impagos. La joven ha sido estrangulada y su cuerpo parcialmente cubierto de hojas secas y con el bolso abierto a su lado es encontrado por una biologa, aficionada a grabar trinos de pájaros.

De la investigación del asesinato se encargaran el inspector Milo Malart y su compañera la subinspectora Rebeca Mercader, pero en esta ocasión , Susana Cabot, la juez amiga de Milo no instruirá el caso por encontrarse de baja, lo hará el juez Losada, un hombre rígido, pedante y vengativo que no les pondrá las cosas precisamente fáciles.

Todo parece complicarse cuando Lorenzo Puig, socio del bufete de abogados donde trabaja Carolina, aparece también estrangulado en su casa. Mientras, el hallazgo de varios perros empalados en parques infantiles siembran el terror y la indignación en la ciudad.

Dividida en 36 capítulos y narrada en tercera persona por un narrador omnisciente, El ángulo muerto vuelve a llevarnos a una Barcelona oscura y derrotada donde el frío y la lluvia, que no cesa de caer, son el telón de fondo de una ciudad donde la crisis económica, el paro, los desahucios, la corrupción política y el proceso soberanista catalán invaden las portadas de los periódicos.

Nos reencontraremos con Milo Malart y Rebeca Mercader, y seremos testigos de su complicada relación personal y laboral. Milo sigue tan peculiar como siempre, con sus baños en las heladas aguas del mar, su miedo a padecer la misma enfermedad que su padre y su hermano, su fobia a las relaciones y su "parabólica" siempre en funcionamiento. Aunque en esta entrega de la serie, Milo contará con la compañía de Tio, un pastor mallorquín, del que se hará cargo provisionalmente y que le mostrará las alegrías de tener un fiel amigo que nunca le cuestiona.

Por su parte Rebeca, seguirá intentando acortar las distancias que la separan de Milo y se mostrará tal cual es, inteligente, dura y un gran apoyo para Milo aunque él no quiera verlo.

También repetirán El sargento Crespo, y el inspector jefe Singla, aunque El grupo cambiará con nuevas incorporaciones, la Comisaria Anna Bossa y el inspector Boada, un joven novato, cuyo ingreso será todo un misterio.

Su importancia tendrán el carácter y forma de ser de las víctimas, sobretodo de Carolina Estrada, una joven que pese a su edad tiene muy claro lo que quiere y no duda en luchar para lograrlo.

El ritmo de la novela es ágil y la trama está muy bien hilada y resuelta con mucha crítica social, un ingrediente imprescindible en toda buena novela negra y esta en mi opinión lo es.

Como ya comenté al principio de la reseña, he disfrutado mucho con esta historia y frente a otras opiniones de compañeros blogueros que señalaban que les había gustado más El verdugo de Gaudí,  tengo que decir que yo no lo tengo tan claro a la hora de elegir entre ellas y la verdad es que no quiero hacerlo. Eso si, cada vez simpatizo más con Milo y hasta puedo entender sus paranoias y es que, en muchas cosas, no deja de tener su parte de razón...

Para terminar: "No siempre sabemos porque hacemos lo que hacemos. ¿ Recuerdas?. Es la pregunta del millón. Primero lo hacemos y luego buscamos una explicación de que porque lo hemos hecho. Y no siempre hay un motivo.- se señalo la cabeza- nuestras mentes también tiene un ángulo muerto."

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