Matemos al tío de Rohan O`Grady.

Me encanta la Editorial Impedimenta, no solo por lo cuidado de sus ediciones, sino también por los libros que publica que suelen ser una gozada, así que aunque parezca un contrasentido, intento no acudir demasiado a su página porque todos sus libros me apetecen y no me es posible hacerme con todos, sin embargo aunque yo no entere de las novedades de la editorial ya están las Inquilinas de Netherfield para informarme, este libro lo descubrí en su blog en cuanto salió, y fue verlo y entrarme unas ganas locas de hacerme con él, pero el caso es que no fue posible y ya casi lo había olvidado sumergido entre todos los libros que quería leer, cuando lo encontré en la biblioteca, así que me lo llevé a casa y lo leí en dos tardes.

       Editorial: Impedimenta. Fecha de publicación: Octubre  2014 ( 1964). 336 pág.

La autora: Rohan O´Grady seudónimo de la novelista canadiense Jane Skinner nació en Vancouver ( Canadá) en 1922. Sus padres, emigrantes islandeses. se trasladaron a esa ciudad en 1900 tras regentar durante años un hostal en la isla de East Thurlow durante la fiebre del oro de Klandike. En 1940 se graduó en el Lord Byron High  donde se la conocía como " Piernas O´Grady". Tras la II Guerrra Mundial, mientras trabajaba en una biblioteca conoce al que sería su marido, el periodista Frederick Snowden Skinner con el que tuvo tre hijos. No empezó a escribir hasta cumplir los 40 pero entre 1961 1974 publicaría cuatro novelas entre las que destaca Matemos al tío que en 1966 fue llevada al cine  por William Castle.
Argumento: Barnaby Gaunt tienen 10 años y acaba de quedarse huérfano. Solo y desamparado en la vida ha de vivir con su tio por lo que viaja a una preciosa isla remota del Canadá llena de amables ancianitos y donde hay hasta un policía montado.
A primera vista todo indica que le espera un verano perfecto. Salvo un pequeño problema, su tío está intentando matarlo. Heredero de una fortuna de 10 millones de dolares, Barnaby se cansa de decirle a todo el mundo que su tío, un hombre misterioso y aterrador, anda detrás de su herencia, pero nadie lo cree. Nadie salvo Christie, una niña rara y de poco comer que llega a la conclusión de que Barnaby solo puede detener a su demoníaco tío, matándolo primero a él.
Análisis de la novela y opinión personal: Barnaby Gaunt es un niño de 10 años que ha heredado una considerable fortuna al morir sus padres; como no tiene otros parientes, su tutela recae en su tío, El Comandante Murchinson-Gaunt, que va a trasladarse a vivir con él a una pequeña isla sin nombre en las costas de Canadá, sin embargo cuando el niño llega a la isla procedente del colegio se encuentra con que su tío se retrasará unas semanas, y como no es posible devolverlo al internado, cerrado por vacaciones, El matrimonio Brooks, unos amables tenderos,  se apiada de él  y Barnaby se instala en su casa.
En el mismo barco que Barnaby ha llegado a la isla, Christie, una niña paliducha, fea y un poco rara, que va a pasar el verano en casa de la Señora Nielsen, la cabrera, está conoció a la madre de Christie cuando estaba ingresada en el pabellón donde la madre era enfermera, surgió la amistad entre ellas, y a ambas les pareció buena idea que la niña saliera de la ciudad y gozara de un poco de esparcimiento y de sol.
Pero Barnaby y Christie son los dos únicos niños de la isla, de hecho en la isla no hay ni siquiera jóvenes, si exceptuamos al Sargento Coulder, y a Agnes la hija del ganadero Duncan, las dos Guerras Mundiales se encargaron de terminar con ellos, y ahora todos los habitantes son ancianos, así que los niños, con el beneplácito de los mayores,  campan a sus anchas y comenten mil perrerías, solo los detiene el respeto que ambos sienten por el sargento Coulder, al que adoran como un héroe.
Christie y Barnaby al principio se odian, pero el roce constante y algunos trabajillos que se ven obligados a realizar, terminan convirtiéndolos en amigos, es entonces cuando Barnaby se atreve a sincerarse con Christie: su tío, pretende matarle para quedarse con su dinero, a Christie, en vez de extrañarle,  le parece totalmente lógico y anima a Barnaby a que acuda al encantador matrimonio Brooks, o al sargento Coulder para que lo impidan, pero Barnaby sabe que esa no es la solución, ya ha intentado contárselo a varios mayores y ninguno de ellos le ha creído , y  lo que es peor, estos adultos se lo han contado a su tío y este después de eso se lo hizo pasar muy mal, así que los adultos no son una solución, entonces Christie tiene una brillante idea: El único modo de impedir que el Comandante mate a Barnaby es matarlo a él primero. Y así los dos niños, con la mayor inocencia pero también la mayor determinación preparan un plan para terminar con el Comandante  Murchinson-Gaunt.
La verdad es que he disfrutado un montón leyendo esta novela, que es a ratos divertida y a ratos macabra,  el disparatado plan de los niños para asesinar al tío, bajo las mismas narices de la policía y de todos los adultos del lugar, me ha resultado cómico en muchas ocasiones y me han despertado gran ternura la mayor parte de los habitantes de la isla: El matrimonio Brooks, los amables tenderos, que habiendo perdido a su hijo Dikie en la guerra acogen con gran cariño a Barnaby en su casa, la cabrera Sra Nielsen, extraordinaria cocinera, Ladely Sydelyes, amable viuda, sorda a la que le encantan cultivar rosas, el pobre Desmond, el tonto del pueblo, y los Señores Rice-Hope, el clérigo y su esposa... Me ha dado pena el Sargento Coulder, enamorado sin esperanza, y la pobre Agnes, explotada por su padre el Granjero Duncan, que solo tiene ojos para su toro, El Duque de Hierro, y  también he sentido miedo del tío, porque lo he visto con los ojos de Barnaby y Christie.
Pese a la mala fama de la isla,  lo he pasado muy  bien recorriéndola con Barnaby y Christie, y se me ha hecho la boca agua, con las deliciosas comidas que la señora Nielsen les preparaba a los niños: ostras bañadas en huevo batido y galletas machacadas y luego fritas en aceite, gruesas rebanadas de tomate aliñadas con vinagre, sal y laminas de queso rallado. Almejas salteadas bañadas en mantequilla, gelatinas, huevos en escabeche flotando en zumos de remolacha, chiles y salsa de pepinillos, tartaletas de albaricoque...
Y me ha gustado conocer a Una Oreja... ¿ Que tu no lo conoces?, pues tal vez debieras leer el libro...
Para terminar. decir que la portada reproduce el original de Edgar Gorey, aunque con color, y que en el interior se incorpora la que el autor dibujó en su momento.

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