domingo, 23 de noviembre de 2014

Todas adorabamos el negro de Julia Ibarra.

Confieso que no soy demasiado lectora de cuentos, y lo digo ruborizandome porqué cuando me he decidido a ello he encontrado autenticas joyas, pero las historias cortas, por muy bien cerradas que estén, no me atraen en exceso, yo prefiero páginas y páginas de acción, sentimientos, misterios, descripciones, y simbiosis con los protagonistas, y en los relatos cortos, cuando te has hecho ya " dueña" del paisaje, te echan. Así que no puedo menos que volver a agradecer a Laky que convoque este mes temático porque gracias a ella esta antología de relatos ha caído y quién sabe si alguna más...

                          Editorial El clavel. Fecha de publicación 1997. 142 pág.

La Autora: Julia Ibarra  de familia asturiana aunque pasó su infancia en Lugo donde su padre estaba destinado como fiscal, realizó la licenciatura de filología románica en la Universidad de Oviedo e inició su carrera literaria en 1983 con la melodramática vida de Carlota-Leopolda, recopilación de 14 cuentos y un relato largo. Posteriormente publica la novela corta La mecedora 1986 y en 1987 obtiene el Premio Tigre Juan con la novela histórica Sasia la viuda.  1995 publica Mujeres en el sofá y en 1997 Todas adorábamos el negro, otra nueva colección de relatos. Sus cuentos han sido publicados en antologías y diversas revistas. Estuvo casada con el catedrático de historia de la Universidad de Oviedo Ignacio de la Concha. Murió en 2002.
Argumento:  Diversas narraciones de dimensiones varias componen el libro. Todas adorábamos el negro, que da titulo al conjunto, es un profundo análisis de las relaciones entre varias mujeres simbolizada esta dialéctica por el color negro.
Las restantes narraciones presentan pasiones y facetas diversas de la personalidad humana conflictos permanentes de la vida que explican las plurales realidades de la persona de carne y hueso, en su discurrir diario. Se mezclan egoísmo, solidaridad, esperanzas, ambiciones, hipocresías frustraciones y recuerdos. Todo ello tratado con una fría exactitud que nos acerca a la realidad sin eliminar un cierto sentimiento mágico.
Análisis y opinión personal:  Todas adorábamos el negro recoge dieciocho relatos, no sólo de diversas extensiones, sino también de múltiples temáticas:.el amor, el odio, la solidaridad, la esperanza, la renuncia , las envidias , las frustraciones y los recuerdos, tiene cabida en estos cuentos, donde predomina el relato en primera persona ( ya que solo cuatro de ellos están narrados en tercera) y donde los protagonistas tanto hombres como mujeres van narrando los hechos de una manera que consigue, pese a su tono, en ocasiones desapasionado, implicar al lector en sus vicisitudes y devenires. La escritora recrea maravillosamente los ambientes, pero no pierde el tiempo con adornos innecesarios, siendo algunos de los cuentos, más que otra cosa, tomas instantáneas, fotogramas de películas que de un solo vistazo nos relatan toda la historia.
A mi en algunos momentos me ha parecido que la autora tiene una visión quizá excesivamente pesimista de la naturaleza humana, prevaleciendo en sus narraciones, lo negativo frente a la positivo, siendo los inocentes, los puros, los desinteresados, los que en muchos ocasiones salen perdiendo en la eterna lucha entre el bien y el mal, sin embargo no puedo olvidar, que a veces, este aparente pesimismo, encierra grandes dosis de ironía y un fino humor negro, que nos hace darnos cuenta que igual las cosas no son como nos las están contando...
En general, salvo algún relato que no entendí muy bien, a mi los cuentos me han gustado bastante, aunque destacaría: Todas adorábamos el negro, el que da titulo a la selección, más que un relato una novela corta, narrada a dos voces por sus dos protagonistas femeninas Leticia y Laura, que no solo tiene en común la inicial de su nombre, sino también el hombre del que están enamoradas : Jorge y un color, el negro..
La silla de ruedas , y un altar para Paulina relatos cuasi de terror, que me han recordado los que recogía Alfred Hitchock en sus antologías y La pasajera.
Para terminar:  Creo que no dije que de Julia Ibarra había leído hace tiempo, mujeres en el sofá, así que teniendo en cuenta que ya la conozco como novelista y narradora de cuentos tengo curiosidad por saber como será escribiendo novela histórica, así que veré si soy capaz de encontrar Sasia la viuda.

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2 comentarios:

  1. Yo tampoco soy muy amante de relatos y cuentos por las mismas razones que tu. De todas formas, debo reconocer que el he leído algunos y no me han decepcionado.
    Besos!

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    1. A mi me pasa también no me decido a ponerme con ellos, pero cuando lo hago suelen gustarme. Besinos Laura.

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