domingo, 17 de febrero de 2013

El Tiempo de las Mujeres de Ignacio Martinez de Pisón.
















La joven María, tras la inesperada muerte de su padre, se siente forzada a ocupar el vacío que éste ha dejado, pero ¿ como negarse a asumir responsabilidades cuando lo que se trata es de sacar adelante a una familia como la suya, con una madre desasistida e inmadura, una hermana atolondrada y mística y otra que no piensa más que en escaparse de casa?. 

Novela  sobre el destino y sus variadas herramientas, el tiempo de las mujeres, ambientada en la transición española en una ciudad de provincias, es una ambiciosa novela, plagada de humor amargo, algo pesimista y cargada escepticismo latente que recoge el relato  de un aprendizaje, ( haciendo especial hincapié en la condición femenina de las narradoras), de una sucesión ininterrumpida de perdidas, es una crónica testimonial y una crítica a la vida provinciana española de esa etapa.
En esta novela, lo colectivo y lo individual se yuxtaponen, y aunque hay determinados momentos en que parece que el testimonio social va a alcanzar importancia decisiva, a final esto no pasa, porque el autor lo suele rebajar a escenario significativo, pero no capital, de una exploración psicológica, de una novela de inquietud intimista. Las tres  protagonistas adoptan actitudes distintas ante la vida, y pueden ser tomadas como representantes de diversas alternativas en unos momentos de cambio sociologico y de crisis de su papel tradicional de la mujer
Las opciones que María, Carlota y Paloma toman abarcan  una ampla gama de incertidumbre: la confusión mística, el descubrimiento del sexo o la droga, la ocupación laboral, pero comparten un rasgo principal : el ejercicio de la libertad por encima de las convenciones.
Todo ello lo aborda el autor con gran minuciosidad a través de las voces de sus tres protagonistas, dando como resultado una novela de paisajes interiores interesantes, pero que entiendo resiste mal el paso del tiempo, esta bien contada con un lenguaje correcto, pero no nos descubre nada. 

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