sábado, 28 de noviembre de 2015

La dama del Nilo de Pauline Gedge.

Esta novela me la dejó una de mis amigas cuando se enteró de que estaba participando en un Reto de Novela Histórica,  me dijo que era una obra que ineludiblemente tenía que leer si me gustaba ese tipo de novelas, que a ella le había encantado y que la escritora sabía lo que se hacía...

Editorial: El País (con autorización de Publicaciones y Ediciones Salamandra, S.A).Fecha de Publicación: 1977/ 2005. 510 pág.

La autora: Pauline Gedge nació en Auckland, Nueva Zelanda, el 11 de Diciembre de 1945. Paso su niñez en  Oxfordshire, Inglaterra, antes de que su familia se trasladase a Manitoba y finalmente a Alberta en 1966. Pauline cursó sus estudios en la Universidad de Manitoba y en la escuela de maestros de Nueva Zelanda. Durante años escribió poesía que no ha llegado a publicarse.Durante la primera parte de la década de 1970 cultivó ficción contemporánea, hasta que decidió dedicarse a la novela histórica inspirada en el antiguo Egipto.
Su primera publicada La dama del Nilo  1977 se basó en la figura histórica de Hatshepsut, la única mujer que ejerció como faraón. Escribió la novela en seis semanas y con ella ganó el concurso de nuevos novelistas de Alberta.
Águilas y Cuervos 1978 recibió el premio Jean Boujassy de la Societe des Gens de Letre en Francia, y El Faraón  1984 ganó el premio a la mejor novela del año del a Asociación de escritores de Alberta.   Además de las novelas ya mencionadas escribió (El papiro de Saqqara 1990, La casa de los sueños 1994, El templo de las ilusiones 1996, La Trilogía Señores de las dos Tierras ( La ciénaga de los hipopótamos 1998, El oasis 1999,  El camino de Horus 2000) y La Trilogía de Kimg´s Man , de la que en España que yo sepa solo se ha publicado el primer volumen ( El adivino, 2007).
Actualmente vive en Edberton, Alberta  y tiene dos hijos.
Argumento: Treinta y cinco siglos antes de Cleopatra, una joven de 15 años fue consagrada emperatriz por primera vez en la historia. Según la tradición, Los faraones de Egipto sólo podían gobernar si se casaban con una muere de sangre real, quien al contraer matrimonio otorgaba al cónyuge la condición de soberano. El faraón Tutmosis I, su padre, rompió la costumbre. Sin embargo, Hatshepsut necesitó de toda su audacia para gobernar en un mondo dominado por hombres y mantener el poder del imperio. Las intrigas de sus enemigos fueron tan grandes como victoriosas sus campañas militares o apasionados sus amores.
Análisis de la novela y opinión personal:  La dama del Nilo nos cuenta la historia de Hatshepsut, una mujer de extraordinaria belleza, fuerza e inteligencia que consiguió lo que parecía imposible, con quince años fue nombrada Faraón por su padre Tutmes I.
Con esta decisión, Tutmosis se enfrentó a una milenaria tradición que establecía que el faraón debía ser varón y casarse con una mujer de estirpe real, lo que lo legitimaría para convertirse en soberano. Pero Tutmes I  sólo tenía un hijo varón, también llamado Tutmés y con el que no sentía ninguna afinidad, el joven era pusilánime, solo se preocupaba  de cumplir todos sus caprichos y no era a ojos de su padre, el heredero más adecuado, su hija pequeña sin embargo reunía todas las virtudes que él entendía debía tener un soberano, principalmente su amor por Egipto y su pueblo, así que ¿ Podía elegir mejor sucesor?.
Sin embargo como las leyes no permitían que una mujer fuera faraón, ambos tuvieron que utilizar un subterfugio, declararon que Hatsheput era hija del Dios Amón, que había visitado a Ahmose esposa real  y de esa forma como hija divina podía acceder al trono "Mi padre es Amón, rey de todos los Dioses-respondió ella inclinándose hacia delante- Fue él quien me dio la vida y me preparó un trono en Egipto.Fue él quien dispuso que yo fuese faraón desde antes que la noble Ahmose diera a Luz. Y él fue también quien bendijo con una señal visible el día de mi coronación".
Así junto a Tutrmes I, Hasepsut aprendió durante cinco años no solo a gobernar con sabiduría, sino a dirigir hombres y adiestrar caballos, vestida como un hombre, con corto faldellín y no con la túnica de las mujeres crecía y aprendía, sin embargo todo terminó a la muerte de Tutmes I. El pueblo empezó a inquietarse, los sacerdotes a intrigar y su hermanastro Tutmes a reclamar lo que pensaba que era suyo, así que se planteo privarla del poder y para ello hizo venir del destierro a Menena, un sacerdote intrigante que su padre había desterrado, y es que, aunque Hatshepsut era una hábil gobernante, era mujer y no contaba casi con apoyos salvo los de Semmut, sacerdote y arquitecto real, User-amun y Hapuseneb, amigos de la infancia, así que tuvo que rendirse a la evidencia, se desposo con su hermanastro Tutmes y le pasó a él su doble corona, pero era un traspaso vacío, porque la verdadera soberana era ella." Estoy haciendo lo correcto, lo que debo hacer. El pueblo lo quiere a él: el hecho de que sea varón los hace sentirse protegidos.Para ellos yo soy poderosa y bella, pero no tan poderosa como un rey, ni tan hermosa como la cabeza que lleva la doble corona. Seguridad, eso es lo que quieren.Pues que la tengan, que el pueblo y su rey elegido se brinden mutua felicidad, mientras yo sigo el camino trazado por mi padre y hago que esta tierra quede ligada a mi por las cadenas del poder."
De como Hapshepsut gobernó Egipto durante más de veinte años, de las intrigas a las que tuvo que enfrentarse, de sus campañas militares y de su apasionado amor por Senmut, es de lo que trata esta novela.
Dividida en IV partes (27 capítulos) y narrada en tercera persona, La dama del Nilo, resulta una historia muy bien documentada que relata desde escenas de la vida cotidiana, fiesta y batallas hasta tradiciones, ritos y ceremonias, de una forma rigurosa y entretenida.
Desde el primer momento he conectado con Hapshesut, que me ha parecido un personaje cercano y creíble, también me han gustado Hapuseneb, Senmut, User-amun, Tutmis I, Ahmose y Nehesi, portador del sello, peor me han caído lógicamente Tutmes II,  Aset, segunda esposa de Tutmes II, y el sacerdote Menena, pero supongo que el motivo es que son los " malos" y la historia aunque contada en tercera persona se hace desde el punto de vista de Hapshesut. Y es que sobre esta emperatriz-faraón  he leído de todo: desde que era una maquiavélica usurpadora  que no dudaba en utilizar cualquier medio para cumplir su ambición de poder, a que se trataba de una reina abnegada que había renunciado al amor por el bien de su pueblo, o un modelo feminista, todo dependiendo lógicamente de quien diera la versión.
Para terminar: Una novela que me ha gustado y entretenido y que ha despertado mi interés por leer más historias desarrolladas en Egipto.

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7 comentarios:

  1. La leí hace ya unos cuantos años y me gustó mucho también.
    Besotes!!!

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  2. Si no recuerdo mal creo que no he leído nada relacionado con Egipto así que me encantaría. Un besote :)

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  3. Pues tiene una pinta estupenda. No la conocía pero me la llevo apuntada.

    Besos

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  4. Me encantará leerla, me gusta mucho el tema.
    Un beso

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  5. El Antiguo Egipto es mi época favorita de la historia, y este libro lo leí hace ya unos años. Si te gusta este período, te recomiendo que leas algo de Christian Jacq
    Besos

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  6. Este libro no lo conocía pero por tu reseña veo que quizá sería un interesante descubrimiento.

    Besos =)

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  7. La historia de Hatshepsut es fascinante. Cuando la novela cayó en mis manos era uno de los títulos de una colección sobre novela histórica, y comencé su lectura animado por el entorno, la civilización egipcia que siempre he admirado, pero poco convencido de que la historia captara mi interés. Sin embargo, la obra me sorprendió. Por aquel entonces conocía a Cleopatra como mujer poderosa de Egipto, pero nada sabía sobre Hatshepsut. Su niñez, adolescencia y madurez se relatan con un estilo brillante que hace que el interés no decaiga en ningún momento. Su relación con Senmut, sacerdote y arquitecto real dota a la narración de una humanidad y cercanía difíciles de lograr en un relato. No en vano, los arqueólogos siguen preguntándose si en realidad hubo algo entre ellos, pero las escasas pruebas de la época parecen afirmarlo. El pulso que mantiene la reina con el joven Tutmosis III, que fue posteriormente un faraón guerrero, tensa la trama y la dota de mayor interés. Esta novela se ha convertido en una de mis favoritas del antiguo Egipto sobre una mujer excepcional que trajo a su país un periodo de paz y prosperidad. Salu2.

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