Hace tres años que leí Trilogía de Candleford y desde entonces tenía Heatherley en mi punto de mira; después de muchas vicisitudes, hoy la traigo al blog dentro de la V Edición del reto de las Inquilinas de Netherfield todos los clásicos grandes y pequeños versión estándar "clásico ambientado en una zona rural o campiña."
Editorial: Hoja de Lata. Fecha de publicación:1944-1979/2021. 240 pág.
La autora: Flora Thompson (Oxfordshire, 1876- Brisham, 1947), fue una novelista y poeta autodidacta, celebre por su Trilogía de Candleford. En 1938 presentó varios escritos sobre su infancia en la aldea a Oxford University Press que publicó, un año más tarde, Colina de las Alondras, a este primer volumen le siguieron en 1941 y 1943 respectivamente, Camino de Candleford y Candleford Green. Los tres libros juntos se publicaron por primera vez en 1945. Además de escribir numerosos poemas, relatos y artículos sobre la naturaleza aparecidos en periódicos y revistas de la época, dos de sus últimas obras se publicaron póstumamente: Heatherley. una secuela de la Trilogía de Candleford (manuscrito en 1944 republicado en 1948) y su última novela Still Glides the Stream.
Argumento:" Una cálida tarde de septiembre de las postrimerias del siglo XIX, una muchacha atravesaba los límites de Hampshire camino a Hatherley. Llevaba un vestido de lana marrón y un gorro de piel de castor adornado con dos pequeñas plumas de avestruz. Lo último en ropa para el campo". Esa muchacha es Flora Thompson, Laura en la ficción, y el pueblo al que se dirigue, Grayshott, donde Flora se estableció en 1898 como encargada de la Oficina de correos. Allí la esperan los siniestros Hertford, sus patronos, clientes tan distinguidos como Arthur Conan Doyle o George Bernard Show, asiduos usuarios del telégrafo local: o la coqueta boutique de Madame Lillewhite (sombrerería, sastrería o préstamo de libros), donde Laura de vez en cuando puede permitirse adquirir nuevas lecturas,
En plena era de la humilde bicicleta, de las primeras fotografías Kodak y de las escandalosas suffragettes, Heatherley es un nuevo capítulo en la vida de la serena e independiente Laura, una ratoncilla de campo- como la llaman sus modernos amigos fin de siècle. cuyo hábitat natural siempre fueron los bosques y la naturaleza silvestre que conocimos por primera vez en su maravillosa Trilogía de Candleford.
Análisis de la novela y opinión personal: La historia comienza con Laura (la protagonista de Trilogía de Candleford) llegando a Heatherley ( nombre ficticio del pueblo real de Grayshott), para ocupar el puesto de encargada de la oficina de correos, trabajará a las ordenes del señor Hertford y la joven Alma Steadman será su ayudante.
Mientras encuentra habitación en la que alojarse, vivirá con sus patrones y entrará en la difícil intimidad de un matrimonio complicado con él que la joven tendrá poco en común.
Su empleo no solo le permitirá conocer a los numerosos turistas que invaden la zona , Heatherley está enclavado en la campiña de Surrey cercana a Londres, que goza de gran atractivo para los visitantes sino también a celebridades locales, entre los que destacan algunos escritores, Conan Doyle entre ellos, lo que la lleva a plantearse su futuro como autora que no ve del todo claro ( Laura escribe).
Aficionada a las grandes caminatas y a disfrutar de la tranquilidad de los bosques y los brezales que casi alcanzan el cielo, sus intensas jornadas laborales limitan sus paseos, además de que en el pueblo no está bien visto que a su edad, ande sola ni comparta su tiempo con todo tipo de gente ( hombres especialmente). Laura puede haber ganado en independencia, pero ha perdido la ingenuidad e inocencia de la infancia...
Dividida en doce capítulos con título, Heatherley nos permite volver a encontrarnos con Laura (alter ego de Flora Thompson), a finales del siglo XIX y principios del XX, una época de cambios: la guerra de los boers, la muerte de la reina Victoria, la aparición de la "nueva" mujer con unas inquietudes distintas al ideal femenino victoriano, no solo en la forma de actuar sino en el vestir, lo que les proporciona mayor libertad, la aparición de la bicicleta, que les permite recorrer largas distancias en menos tiempo del que emplearían andando... También nos ofrece una breve atisbo de lo que será el futuro de Laura, aunque no sobremos como habrá llegado allí...
El estilo de la autora sigue siendo cuidado y evocador, pero ha perdido sencillez y frescura. la protagonista se enfrenta a la edad adulta y la sociedad le impone límites que antes no tenía...
Lo que si se refleja muy bien en Heatherley, son los personajes, no solo Laura ( aunque a ella ya la conocemos de antes), si no las gentes que la rodean: El matrimonio Hertford, con una compleja dinámica familiar, un hombre que tiene todo un pasado detrás, con una sonrisa un tanto siniestra, que se ríe de forma extraña y musita versos de la Biblia o poemas, que se siente acosado y perseguido, pero al mismo tiempo es capaz en su trabajo y muy concienzudo, y su esposa, una mujer sumisa, que ama a su esposo y también le teme...
Los Jerome, maestra de escuela ella, escritor él, cuyas historias nunca se publican , que se conocen de toda la vida, se aman y complementan.
El señor Foreshaw, antiguo cazador y viajero, anciano excéntrico con un agudo e irónico sentido del humor, con muchas experiencias interesantes que contar.
La señora Parkhurst, que regenta la casa de huéspedes a la que se traslada Laura, amable y acogedora, que se preocupa de ella, y al mismo tiempo muy estricta, ya que la vigila para que ajuste su comportamiento a los estándares de la sociedad.
Bob Pikesley y su hermana Jeannette, habitantes de los profundo del páramo, cuidando de sus vacas y su hacienda, sin demasiado contacto con sus congéneres, rodeados de la naturaleza que les proporciona todo lo que necesitan.
Richard y Mavis Browlow, dos jóvenes hermanos londinenses que veranean en Heatherley y cuidadn de su madre enferma, comparten con Laura su amor por la lectura, pero no entienden el amor de esta por la campiña y que no quiera trasladarse a la ciudad.
Alma Steadman, ayudante de Laura y muy cercana a ella en edad, no tienen sin embargo los mismos intereses e inquietudes.
Me ha gustado mucho Heatherley y me ha encantado reencontrarme con Laura, y sin embargo echo de menos las sensaciones que me despertó Trilogía de Candleford, esa paz y sosiego que me invadía cuando me sumergía en su lectura y que no he encontrado aquí, es como si la vida se hubiera acelerado y se perdiera el valor de las pequeñas cosas. Laura además me ha resultado más hermética, menos cercana, en el fondo sigue siendo la misma pero yo no la siento diferente.
Esto no deja de ser una impresión personal y no quiero ni mucho menos desanimaros a leerla, Heatherley merece mucho la pena, pero es que Trilogía de Candleford me pareció magnifica.
Para terminar: "En ciertos aspectos Laura nunca había estado tan cercana a la felicidad como durante los primeros meses que pasó en Heatherley. Tenía un trabajo que le gustaba, una nueva campiña por explorar, muchos libros que leer y gente interesante a la que observar".
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