Como ya comenté en varias ocasiones, me gusta la literatura japonesa y aunque no soy demasiado asidua, todos los años caen una o dos novelas, así que cuando Laky la administradora de Libros que hay que leer en colaboración con la Editorial Duomo organizó una lectura conjunta con sorteo de La mujer de la falda violeta de Natsuko Imamura, una autora de la que nunca había oído hablar, me apunté con la esperanza de ser una de las afortunadas que pudiera leer el libro antes de que se publicara y tuve suerte. Hoy traigo al blog de mi opinión sobre ella.
Editorial: Duomo. Fecha de publicación: 31 de Agosto de 2020. 182 pág.
La autora: Natsuko Imamura nació 3n Hiroshima en 1980 y se trasladó a Osaka más adelante para acudir a la Universidad. Allí vive con su marido e hija. Sus primeros pasos en la literatura fueron a través de varios relatos cortos, gracias a los cuales se hizo con galardones literarios como el Dazai Osamu o el Mishima Yukio entre otros.
Imamura escribió en su primera novela mientras trabajaba de manera temporal. Tras publicarse esta y otras más recibió el Kwai Hayao y el Norma literary New Face, además de ser nominada para el prestigioso Akutagawa que consiguió en 2019 por La mujer de la falda violeta. Con esta última ha logrado consagrarse como una de las nuevas voces de la literatura japonesa contemporánea.
Argumento: La mujer de la falda violeta es de una edad indeterminada, vive sola, no se relaciona con nadie, tiene trabajos temporales y es el entretenimiento del vecindario. Posiblemente sea por la falda violeta que nunca se quita y por seguir siempre las mismas rutinas. La siempre repara en ella cuando sale de casa y los niños de la calle la persiguen. Esta mujer tiene un talento especial , es capaz de pasar entre muchedumbres sin tocar a nadie y son muchos los que han intentado toparse con ella de forma " accidental" sin conseguirlo. Sin embargo es el objeto de la curiosidad de una persona. Porque alguien la observa constantemente, día tras día. Alguien que conoce todos sus movimientos. ¿ Quien es? ¿ Como sobrevive?¿ Que pretende? Y ¿ Porque desaparece de repente?.
La mujer de la falda violeta es una novela con altas dosis de humor que explora la vulnerabilidad de las mujeres y la dificultad de encontrar un lugar propio cuando se es diferente.
Análisis de la novela y opinión personal: Mayuko Hino, más conocida en el barrio por la mujer de la falda violeta porque nunca se la ha visto vistiendo una falda de otra color, es una mujer misteriosa y solitaria que disfruta como nadie comiendo bollos de crema sentada en un banco de un parque, sobrevive con trabajos temporales, y es objeto de los juegos y la simpatía de los niños que la consideran como uno de ellos; tiene además una peculiar habilidad, es capaz de pasar entre las multitudes sin tocar nunca a nadie y pobre del que intente toparse con ella porque no lo logrará y está abocado a sufrir un aparatoso accidente.
Pese a que en el barrio nadie sabe nada de esta singular mujer no despierta especial curiosidad, bueno, miento, si hay alguien que desea conocerlo todo sobre ella, que la sigue, la vigila y la controla no se sabe con que intención...
La mujer de la falda violeta esta narrada en primera persona, pero no por la protagonista, sino por un secreto observador, es a través de los ojos de este como vamos descubriendo, aunque solo hasta cierto punto, la vida y milagros de esta singular mujer, donde vive, como es en el trabajo, sus aficiones y hasta la relación amorosa que mantiene...
Aunque la novela tiene varios personajes, algunos muy interesantes como El jefe, la atención del lector se centra indiscutiblemente en dos: Mayuko Hino, es una mujer solitaria, sin demasiadas dotes para las relaciones personales, aunque con los niños se lleva muy bien, que sobrevive con trabajos esporádicos y de corta duración, que cuando no trabaja, se recluye en su pisa o deambula por la zona comercial del barrio y se sienta en un banco del parque o juega con los niños. Lo que más llama la atención es su facilidad para sortear las multitudes para hacerse casi invisible entre ellas, sin que nadie pueda tocarla ni siquiera por casualidad.
En cuanto al misterioso observador, lo que más llama la atención es su omnipresencia, el hecho de que está en todas partes, acechando a la mujer de la falda violeta, su afán de seguirla, de saberlo todo de ella, pero casi siempre de lejos, sin intentar acercarse, tal vez porque cuando lo intenta, su intención siempre acaba por verse frustrada...
El estilo de la autora es sencillo, cuidado y ágil, pese a no tener demasiado dialogo y si mucha narración, la novela se lee muy bien, no solo por su corta extensión, apenas 190 páginas, sino porque la escritora sabe captar la atención del lector desde el principio hasta el final, por lo que cuenta y por como lo cuenta.
La mujer de la falda violeta es una novela con la que he disfrutado mucho, la he leído en una tarde porque no es muy larga y porque la historia me ha enganchado desde el primer momento. Eso si, me ha gustado y desconcertado al mismo tiempo, en varios momentos me he descubierto riendo de lo raro que me parecía todo, aunque yo no diría que es una novela humorística y a veces incluso me ha resultado un poco siniestra.
También me ha pasado una cosa curiosa, que no se si la habrá ocurrido a algún otro lector, ha medida que avanzaba la historia, mi interés se desplazaba de la mujer de la falda violeta, la protagonista, al misterioso observador, era este quién despertaba mi curiosidad y de quien yo quería saber más: ¿ Quien es ese personaje que parecía no tener vida propia y que vivía para seguir a la mujer de la falda violeta?¿ Porqué estaba en todas partes y cual es su interés en esa persecución? ¿ Lo descubrí al final?. Si queréis saberlo tendréis que leerla...
Para terminar:" Aquello que mayor fascinación me produce acerca de ella es su actitud al caminar: su paso no se ve nunca afectado por el abanico de reaciones que provoca en los demás; sortea indiferente a la multitud que la rodea sin alterar lo más mínimo el ritmo de su avance. Es sorprendente que nunca se tropiece con nada ni con nadie, ni siquiera en las horas de mayor aglomeración durante los fines de semana."
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