La huella del mal de Manuel Ríos San Martín

No conocía al autor hasta que empecé a leer reseñas de La huella del mal en varios blogs. Me llamó la atención que la novela se desarrollara en Atapuerca ( un lugar que siempre he querido visitar), así que me la apunté en mi lista de pendientes como una posible lectura y cuando la encontré en la biblioteca, ni lo dudé y hoy la traigo al blog.

                      Editorial: Planeta. Fecha de publicación: 2019.576 pág.

El autor: Manuel Ríos San Martín (1965). Es licenciado en Ciencias de la Información y ha trabajado en importantes productoras de televisión como Globomedia, Bocaboca y Diagonal, en las que ha ejercido de productor ejecutivo, director y guionista de diversas series y miniseries de televisión. Ha participado, entre otras, en Medico de familia, Menudo es mi padre, Mis adorables vecinos, soy el solitario, Rescatando a Sara, Raphael o Sin identidad. Ha dirigido el largometraje No te fallaré.

Ha coordinado y coescrito el guión para series de televisión y es autor de la novela Círculos.

Argumento: En una visita a Atapuerca, un estudiante descubre que una de las reproducciones que imitan los enterramientos prehistóricos es en realidad, el cuerpo sin vida de una chica. La joven ha sido colocada con una simbología ritual y todas las pistas apuntan a un homicidio ocurrido años atrás en otro yacimiento.

Demasiados detalles recuerdan el caso anterior, por lo que el juez reúne a los policías que se encargaron entonces: La inspectora Silvia Guzmán y Daniel Velarde, un ex policía dedicado ahora a la seguridad privada.

Pero nadie sabe que en el pasado ambos vivieron una relación que tuvo mucho que ver con la truncada resolución del caso.Ahora tienen que colaborar y aclarar sus sentimientos para descubrir al asesino y cerrar aquellas heridas abiertas en su pasado.

Análisis de la novela y opinión personal: 18 de Junio de 2018, un grupo de escolares están de visita en el yacimiento de Atapuerca acompañados de una profesora y de Inés Madrigal, la coordinadora de estudiantes del museo, cuando tres de ellos, aburridos de las explicaciones, se escurren a curiosear en uno de los enterramientos prehistóricos que reproduce a una joven en una posición fetal, rodeada por varios símbolos rituales, con la idea de sacarse una foto, pero al tocar la figura se dan cuenta de que no es una reproducción, sino una persona real, muerta y todo apunta a que ha sido un asesinato.

De la investigación se encargará Silvia Guzmán, inspectora de la UDEU ( Unidad de Delincuencia y Especializada de Madrid), junto a Rodrigo Ajuria, un policía bajo su mando y experto en Nuevas tecnologías, y es que, aunque en principio este crimen no entraría dentro de sus competencias, sin embargo Silvia investigó hace seis años un asesinato similar en las Cuevas del Sidrón en Asturias, y el juez instructor Vázquez de Mella, quiere que sea ella, quién lleve el caso.También solicita la intervención de Daniel Velarde, el otro inspector que participó en la investigación asturiana y que en la actualidad, después de abandonar la policía, trabaja en la Seguridad Privada como Director de Seguridad Corporativa.

A Silvia no le hace ninguna gracia la inclusión de Daniel en el equipo, piensa que la actual investigación ya no es asunto suyo y no guarda buenos recuerdos del caso asturiano. En aquel entonces ella y Daniel mantenían una relación personal, y tanto su historia como la investigación terminaron mal al no poder atrapar al asesino, desde entonces no han vuelto a verse.

Sin embargo no le queda otro remedio que obedecer las ordenes y trabajar con Daniel, tal vez esta sea la oportunidad de entender lo que paso y atrapar por fin al asesino... en el caso de que sea el mismo...

Dividida en Seis partes y 129 capítulos breves, La huella del mal, está narrada en tercera persona por un narrador omnisciente, salvo un apartado al final en primera persona.

La historia está contada a través de dos líneas temporales , la del presente que será la más extensa, y que se desarrollará a lo largo de 25 días, y la del pasado, situada seis años atrás, en 2012. En ambas no sólo seguiremos el curso de las investigaciones de los asesinatos, sino también conoceremos como fue la relación entre Silvia y Daniel y como será ahora, durante esos días de convivencia obligatoria.

La acción de la novela se sitúa, en la época del pasado, en la Cueva del Sidrón en Asturias, y la del presente en Atapuerca y en el pueblo de Nieva, ( Burgos), un lugar ficticio, cercano al yacimiento. Allí no sólo vivía la victima, Eva Santos, su familia y amigos. Sino también será el lugar donde se instalen todos los policías para llevar a cabo la investigación.

La ambientación es estupenda, y es de destacar la labor de documentación del autor, que logra trasladarnos al yacimiento de Atapuerca y explicarnos de una forma sencilla, como era la vida de nuestros antepasados.

Interesantes las reflexiones " filosóficas" sobre la vida, la muerte, el mal y la " moral", del hombre prehistórico y curioso y peligroso el afán de ciertos grupos de revivir esas costumbres ayudados por las drogas.

En cuanto a Los personajes, conocemos a Silvia, la inspectora encargada del caso,  como era hace seis años, y como es ahora, más madura, más preparada a nivel profesional, pero también más dura y sin poder olvidar su fracaso de entonces, y a Daniel, a él la vida le ha cambiado mucho más, ha abandonado la policía y se dedica a la Seguridad Privada,  hace bien su trabajo, pero no pone en ello la misma pasión que antes tenía.

También a Rodrigo, el policía compañero de Silvia,  joven, con grandes deseos de aprender, mucho sentido del humor, y también sentido común, admira a Silvia y está encantado de trabajar con ella en lo que será su primer caso importante.

Y a Eva Santos, la victima, aunque cuando la historia comienza ella ya está muerta, sabremos de ella por lo que nos cuentan sus padres, su hermano, sus amigos, su novio... Un personaje sorprendente y casi nunca para bien.

A Samuel Henares, el responsable de la investigación en Atapuerca, gran parte de las reflexiones filosóficas sobre le hombre prehistórico salen de sus labios.

A Inés Madrigal, la responsable de Coordinación de los estudiantes, muy joven todavía, está presente cuando los escolares encuentran el cadáver de Eva.

A Valder Vinder, Noruego, que lleva varios años acudiendo a Atapuerca desde su país para trabajar en el yacimiento.

El estilo del autor es sencillo y la narración muy ágil y dinámica, a ello contribuye que los capítulos son muy cortos y la gran cantidad de diálogos.

La novela es muy visual, casi cinematográfica, sería muy fácil de adaptar al cine o a la televisión ( no debemos olvidar que en esto el autor tiene práctica, ya que es guionista de series  muy conocidas).

La huella del mal me ha resultado una historia muy entretenida, de esas que se leen de un tirón, pero no he conseguido empatizar ni con Silvia ni con Daniel y mucho menos con la víctima ( que me ha parecido bastante " bruja"). Si me ha gustado Rodrigo, el joven policía que trabaja con Silvia. Me ha encantado la ambientación y ¡sorpresa, sorpresa! cosa rara en mi, he descubierto quien es el asesino, a partir de un momento ( no diré cual), me ha resultado evidente, eso le ha restado un poco de emoción al asunto, aunque desde luego tuve que esperar al final para saber el porqué. Tal vez eso pueda haber influido de algún modo en que no me gustara tanto como esperaba.

Para terminar: "Empatía y violencia, ambas presentes en nuestro ADN, El ser humano frente a su destino, frente a la muerte. ¿ Es eso lo que nos hace realmente humanos?.

Participa