miércoles, 8 de noviembre de 2023

Riverita de Armando Palacio Valdés.

En cada de mis tías siempre hubo novelas de Armando Palacio Valdés, Marta y María es la que mejor recuerdo, pero también otras; años más tarde me acerqué a su narrativa con novelas que yo mismo compraba, entre ellas la que hoy traigo al blog, Riverita, para el reto de las Inquilinas de Netherfield, todos los clásicos grandes y pequeños, versión estándar, nivel 5 "clásico cuyo título solo tenga una palabra".

              Editorial: Austral. Fecha de publicación: 1886/1970. 230 pág.
El autor: Armando Palacio Valdés nació en Entralgo, Asturias en 1853 y murió en Madrid, en 1938, en plena Guerra Civil. Hijo de un abogado ovetense, la madre pertenecía a una aristocrática familia de Avilés, donde vivió hasta 1865, aunque se traslada a Oviedo para estudiar el bachillerato y en 1970 a Madrid, donde cursará Leyes en la Universidad Central. Dirigió La revista Europea donde publicó árticulos que luego reunirá en Semblanzas Literarias, 1971. En su producción  narrativa se distinguen dos etapas: En la primera, cercana al naturalismo, destacan novelas como: El señorito Octavio, 1881, Marta y María, 1883, Jose, 1885, Riverita, 1886, Maximina, 1887, La hermana San Sulpicio, 1889 y los más polémicos, La espuma, 1891, La fé, 1892, El maestrante, 1993, y El origen del pensamiento, 1895.
A partir de 1896, con la publicación de Los majos de Cádiz, se produjo en giro ideológico en su obra hacia posturas más conservadoras, centradas en torno a la moral y espiritualidad cristiana, pero descienden la calidad de sus escritos Entre sus obras: La alegría del capitán Ribot, 1897, La aldea perdida, 1903, Tristán o el pesimismo, 1906, Santa Rogelia, 1926 y Sinfonía Pastoral, 1931.
A la muerte de José María Pereda ocupó su sillón en la Real Academia de la Lengua.
Argumento: La novela cuenta la historia de Miguel Rivera, conocido por sus amigos de la Facultad como Riverita, desde su infancia hasta su matrimonio. Riverita resume los recuerdos de ambientes y gentes de los años de juventud de Armando Palacio Valdés, vividos en Madrid. La acción de la novela continúa en Maximina.
Análisis de la novela y opinión personal: Miguel tiene ocho años cuando su padre, el brigadier Rivera, viudo desde hace seis, decide contraer nuevo matrimonio; es un hombre de aspecto fiero, con enormes bigotes, pero de corazón blando, que ha caído rendido a los encantos de una señorita de Sevilla, Angela Guevara, que ya ha dejado atrás su primera juventud, de familia de timbres y blasones, pero sin dinero y a la que conoció cuando estaba en comisión de servicios. La brigadiera es hermosa pero dura y desde el primer momento se hace con el control de la casa donde sojuzga a sus pobre marido y tiene una ojeriza sin fundamento a Miguel, el pobre la adora al principio, pero después acaba tomándole tanta inquina como ella a él. El odio de la madrastra sube de nivel cuando tiene una niña, Julia,porque piensa que Miguel va a heredar un dinero que en realidad le corresponde a su hija; a la mujer le molesta el cariño entre los niños, que se adoran, y aprovechando un pequeño incidente, Miguel deja caer sin querer a Julia al suelo mientras jugaban, lo envía interno al Colegio de Nuestra Señora de la Merced, dirigido por Don Jaime, ex coronel de Artillería y amigo de la familia, andaluz por más señas, donde será educado por los más variopintos profesores y conocerá a su primer amor, Petra, la planchadora. Su contacto con su padre, se reduce al mínimo porque la brigadiera así lo quiere, y el hombre, totalmente en sus manos no se atreve a desobedecerla, pero Miguel, con su carácter animoso, travieso y jovial, logrará salir adelante.
Dividida en 29 capítulos y narrada en tercera persona por un narrador omnisciente, Riverita, cuenta las aventuras y desventuras de Miguel Rivera, su infancia y juventud, sus relaciones familiares y sus amores, así como se desenvuelve en el ejercicio de profesión como periodista.
La historia, con tintes autobiográficos (varios de los hechos de la vida de Miguel se inspiran en la del propio autor), se desarrolla en su mayor parte en Madrid, con una breve incursión en Pasajes, a donde llega Miguel siguiendo a su amante y durante el reina de Isabel II.
Con un estilo cuidado, aunque alguna de las expresiones utilizadas están ya en desuso, lleno de socarrona ironía, Palacio Valdés recrea los ambientes en los que se mueve la burguesía: tertulias, reuniones, el teatro y la ópera, los paseos por el Retiro y la Castellana, e incluso los toros, donde confraternizan con el pueblo llano. Especial colorido adquieren las descripciones del funcionamiento del periódico La Independencia, en el que trabaja Miguel, o las sesiones celebradas en el Ateneo.
Riverita destaca también por la construcción de los personajes, entre los que en mi opinión los mejor perfilados son: Miguel Rivera, de figura simpática aunque exigua, trato franco, carácter alegre, generoso, amable y buen conversador, gracioso e inteligente. Su tío Bernardo, hermano mayor del padre, seco, severo, imponente, cerrado de ideas, acostumbrado a imponer su voluntad. El tío Manolo, real mozo, presumido, un poco pueril, amigo de francachelas y convites pero lleno de alegría de vivir. Fernando Rivera, brigadier y padre de Miguel, rostro imponente y marcial, pero de espíritu fino y sensible y corazón de paloma. Angela Guevara, su madrastra, hermosa por fuera pero dura por dentro, se casa con el brigadier por miedo a quedarse soltera, pero le hace la vida imposible tanto al padre como al hijo, vive amargada porque el matrimonio no es lo que esperaba, aunque es la dueña del hogar. Julia, la hermanastra de Miguel, juguetona, traviesa, bondadosa, de buen talante, pese a que su madre intenta sofocar sus impulsos juveniles. Enrique, hijo del tío Bernardo, feo hasta la exageración, unido a Miguel por un cariño fraternal, aunque la vida les lleva por caminos separados, bueno para nada, ha comenzado un montón de carreras y no ha terminado ninguna, porque el lo que en realidad quiere es ser torero. Lucia Bembo, amiga de Angela, joven soñadora y romántica que no obstante termina contrayendo un matrimonio por dinero, aunque no abandona sus ideales novelescos de vivir una gran pasión. Maximina, niña de quince años a la que Miguel conoce en Pasajes, hermosa e inocente, desea ser monja porque en el convento trascurrieron los días más felices de su vida, pero no tiene dinero para profesar, ayuda a sus tíos en la posada que regentan.
Riverita me ha gustado, aunque tampoco me parece para tirar cohetes, eso si, es una novela entretenida, con un estilo cuidado y unas magnificas descripciones de ambientes y personajes, tal vez el más logrado en mi opinión sea el protagonista, Miguel, con el que es fácil empatizar por su modo de ser, aunque algún otro, como el tío Manolo también son muy buenos.
La historia continua en Maximina, aunque aún no tengo claro si lo releeré en algún momento.
Para terminar: " Poco tiempo después de este suceso sobrevino otro en la vida de Miguel que dió origen a cambios importantes en ella. Ya hemos dicho que había entrado con buen pie en la sociedad, que le tenía por hombre ameno y divertido y gozaba de todos los privilegios que la fortuna y el ingenio suelen conceder en la capital".

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5 comentarios:

  1. No termina de llamarme esta vez. Pero gracias por presentármelo, que no lo conocía.
    Besotes!!!

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  2. Madre mía, hace que no leo a Armando Palacio Valdés desde mi época de facultad. Tuvo, en mi opinión, la mala suerte de coincidir en su generación con grandísimos autores como Galdós, Clarín, la Pardo Bazán, e incluso Juan Valera. De él sólo he leído y hace mucho La hermana San Sulpicio, pero no sé me ha despertado mi curiosidad tu reseña sobre Riverita. Me la apunto porque viene muy bien desde luego para ir completando Retos.
    Un beso, Mar

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  3. Hola la primera vez que escucho hablar de este autor. Me ha parecido una historia un poco triste, en verdad. Esta no es para mi

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  4. ¡Hola, Mar! Pues no me sonaba de nada este libro, pero entre que los clásicos españoles y yo no nos llevamos bien (no habitualmente, al menos) y que leyéndote veo que ni fu ni fa, pues creo que lo dejo pasar sin muchos remordimientos.

    ¡Besote!

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  5. Buenas tardes, Mar.

    No he leído nada de este autor, pese a que lo estudié en el colegio. Culpa mía por no prestarle atención. Sin embargo, veo que esta novela ha pasado ante ti sin pena ni gloria. Quizá sea mejor que comience a conocerle por Marta y María.

    Un abrazo, y feliz comienzo de semana!!

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