El amor de un hombre de cincuenta años de Anthony Trollope.

Después de lo mucho que disfruté con El mundo en que vivimos de Anthony Trollope, tenía ganas de repetir con el autor y El amor de un hombre de cincuenta años estaba en mi lista de pendientes ( y en la biblioteca), así que lo elegí para la IV Edición del reto de las Inquilinas de Netherfield todos los clásicos grandes y pequeños, versión estándar " clásico cuyo título tenga cuatro o más palabras".

          Editorial: Funambulista. Fecha de publicación: 1884/2018. 288 pág.

El autor: Anthony Trollope nació en Londres en 1815, hijo de un abogado en bancarrota y de Frances Trollope, que tras fracasar como regente de un bazar en Cincinnati, inició una carrera literaria que le reportó fama y prosperidad económica. Anthony se educó en Harrow, Sunbury y Winchester, donde se sintió a disgusto entre los miembros de la aristocracia y nunca llegó a la Universidad. En 1824 empezó a trabajar en el servicio de correos, donde permanecería hasta 1867. Tras siete años en Londres, fue trasladado a Irlanda y de ahí a nuevos destinos en Reino Unido, Egipto y las Indias Occidentales.

En 1847 publicó su primera novela The Macdermont of Ballucloran, en 1955, El custodio, la primera del ciclo ambientado en Bachester ( trasunto de Winchester).

En 1864 inició el ciclo de las novelas de Palliser en el que retrataría los entresijos en la vida política y matrimonial de los parlamentarios londinenses. En 1868 se presentó como candidato liberal a las elecciones, pero no fue elegido.

Muchas de sus novelas han sido llevadas al cine, a la televisión y a la radio. Entre otras: El doctor Thorne 1855, La señorita Mackenzie 1865, El amor de un hombre de 50 años, 1884. Murió en 1882, en Londres.

Argumento: El rico, soltero y quincuagenario William Whittlestaff - que en más de un aspecto podríamos identificar con el mismo escritor-. para mantener la promesa de cuidar a la hija de un amigo gravemente enfermo, cuando este muera, acoge en su residencia de Hampshire a la joven Mary Lawrie, de veinticinco años. La decisión se toma a pesar de la oposición de la vieja y demasiado franca ama de llaves, la señora Baggett, quien con toda razón, supone que "el hombre mayor" se enamorará perdidamente de la recién llegada. Según estas previsiones, Whittlestaff pierde la cabeza por la joven y pide su mano, sin darle ninguna importancia a la diferencia de edad o a la historia de amor que la chica tuvo con John Gordon, joven estudiante sin dinero que había ido al extranjero a buscar suerte y que vuelve coon una considerable fortuna de Sudáfrica y con la firme decisión de reanudar la relación amorosa con Mary, interrumpida unos años antes.

Con gran precisión estilística y una perfección extraordinaria en la delineación de personajes, tanto principales como secundarios. Anthony Trollope - junto a Charles Dickens, probablemente uno de los escritores más representativos de la época victoriana- confirma en El amor de un hombre de cincuenta años, su última novela, que nunca vió publicada, todo lo que de él dijo Henry James cuando declaró que el gran mérito de Trollope fue su capacidad de llegar a sentir lo cotidiano en todos sus aspectos.

Análisis de la novela y opinión personal: Mary Lawrie vive con su madrastra, que está gravemente enferma; cuando ella muera la joven se quedará desamparada (porque el padre ha fallecido también) y no tendrá otro remedio que trabajar de gobernanta o pasar hambre.

Sin embargo el señor Whittlestaff, rico solterón de cincuenta años, propietario de Crocker´s Hall, a una milla de Alresford, en Hampshire, y amigo del alma de Patrick Lawrie, no está dispuesto a permitirlo. Se llevará a Mary a casa y la rodeará de cuidados y comodidades. Sin hacer caso de las objeciones de su ama de llaves, la señora Baggett, que no ve correcto que una muchacha soltera viva con un hombre también soltero, aunque sea veinticinco años mayor que ella, y que además teme verse relegada a un segundo plano en el manejo de la casa; el señor Whittlestaff acoge a Mary, que se muestra convenientemente agradecida.

Pasa el tiempo y el señor Whittlestaff, que en su juventud se enamoró de una muchacha y fue abandonado, empieza a sentir por Mary un cariño que nada tiene de paternal y tras mucho dudar y reflexionar  ( ya que es consciente de los años que los separan) le pide que sea su esposa, convencido de que puede hacerla feliz. Es entonces cuando Mary le confiesa que su corazón ya tiene dueño. Hace tres años conoció a John Gordon, un estudiante y se enamoraron, pero su padre y su madrastra se opusieron porque este era pobre, y el joven desapareció sin prometer nada y no ha vuelto a saber de él. Aún así nunca le ha olvidado y está segura de que nunca lo hará.

Agradecido por la sinceridad de su futura esposa y seguro de que una vez casados su cariño conseguirá que Mary lo quiera, El señor Whittlestaff, reitera su petición y Mary, sintiéndose en deuda por sus bondades, acepta.

Pero cuando apenas llevan una horas prometidos, el desaparecido John Gordon reaparece, y no precisamente pobre, si no cargado de diamantes y viene dispuesto a reclamar a Mary...

Dividida en 24 capítulos y narrada en tercera persona que unas veces es omnisciente, otra adopta el punto de vista de uno de los personajes y otros se dirige directamente al lector, El amor de un hombre de cincuenta años recoge un drama doméstico que gira entorno a un triangulo amorosos entre Mary y sus dos pretendientes, el maduro señor Whittlestaff, quién tiene la promesa de la muchacha de que se casará con él y el joven John Gordon, al que verdaderamente ella ama. En esta historia entraran en juego los prejuicios y valores de la sociedad victoriana: La importancia de cumplir la palabra dada, la preferencia de los deseos y sentimientos de los hombres frente a los de las mujeres, cuyas opiniones apenas deben tenerse en cuenta, y con mucho clasismo, que reconoce a los caballeros la prioridad en el logro de sus aspiraciones.

La acción gira entorno a cuatro personajes principales: William Whittlestaff, un maduro solterón que, tras un amor desgraciado en su juventud, se concede de nuevo la posibilidad de amar cuando cobija a Mary, la hija de su mejor amigo y al aceptarle esta por esposo, el caballero ve el cielo abierto, pero sus esperanzas de felicidad pronto se desmoronan con la aparición en escena John Gordon, el hombre que ella ama en realidad. Así que deberá enfrentarse a un cruel dilema: ¿movido por su egoismo le exigirá a Mary el cumplimiento de su promesa o la dejará en libertada para casarse con John?.

Mary Lawrie, huérfana, que es acogida por el mejor amigo de su padre y que más tarde aceptará casarse con él para pagarle sus desvelos, aunque esté enamorada de otro.Como típica mujer victoriana, su destino quedará en manos de los hombres.

John Gordon, conoció a Mary siendo muy pobre ( su padre banquero se arruinó) y aunque la ama, cuando le niegan su mano se marchó sin decir nada a Sudáfrica para labrar su fortuna y volver a buscarla, no contaba con que a su regreso ella estuviera prometida a otro.

La señora Baggett, el ama de llaves del señor Whittlestaff, casada con el sargento Baggett, su matrimonio solo duró un año y esta lo abandonó para volver con sus antiguos patronos. Áspera, franca, intransigente y mucho más conservadora que su señor, es partidaria de que

Mary se case con el señor Whittlestaff para pagarle todo lo que él ha hecho por ella, porque sabe que él la ama, aunque esto suponga que la señora Baggett deba volver a Plymouth con su esposa, porque nunca aceptará ser la "segundona" detrás de nadie.

Junto a estos, otros personajes secundarios, como el sargento Baggett, un borrachin propietario de una pata de palo que solo piensa en beber y en que su esposa vuelva con él para cuidarlo y mantenerlo. El reverendo Montagu Blake, amigo y compañero de Oxford de John Gordon, coadjutor de little Alresford, prometido a la señorita Katie Forrester, rica propietaria de cinco mil libras e hija de un deán, El señor Hall, amigo del padre de John, hacendado y padre de cinco hijas solteras. El señor Turkey, socio de John Gordon en las minas de Sudáfrica, que necesita dinero para volver al país en compañía de su esposa.

Me ha gustado El amor de un hombre de cincuenta años, pero no tanto como esperaba y es que, El mundo en que vivimos dejó el listón muy alto y esta otra novela en mi opinión no deja de ser una obra "menor",(si es que un escritor como Trollope puede tener obras menores). El autor hace un interesante estudio psicológico de personajes, principalmente en el caso del señor Whittlestaff, que con todas sus dudas, entre  ahora renuncio a Mary, ahora no, está perfectamente perfilado ( tal vez porque está basado en Trollope y esos sentimientos los conoce de primera mano) y con él que no puedes dejar de empatizar, o la señora Baggett, un fiel reflejo de los criados de la época ( el señor siempre tiene razón y debe obtener lo que desea). La trama resulta ligera, pero también interesante, aunque solo sea por saber como se resuelve el conflicto.

Para terminar:· Y si un hombre es el amo, debe ser el amo ¿Como un hombre puede ceder ante una chica como esa y después levantarse y hacer frente al mundo que le rodea?. Un hombre ha de ser el amo y cuando se está volviendo un poco mayor, tiene que ver que él es el amo. Jamás conocí que viniera algo bueno de uno de esos tipos tiernos que están dispuestos a ceder siempre que una mujer quiere algo. ¿ Que es una mujer?. No es natural que ella se salga con la suya...".

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