El último oso de Hannah Gold.

Me apunté al sorteo de "El último oso" un poco precipitadamente y cuando tuve la suerte de que me tocara uno de los ejemplares y lo recibí en casa, me dió miedo que no me gustase, aunque el tema a priori me llamaba mucho. Hoy lo traigo al blog. Gracias a la editorial Duomo y a Laky por la oportunidad de leerlo antes de su publicación.

   Editorial: Duomo.Fecha de publicación: 31 de Enero de 2022. 320 pág.

La autora: Hannah Gold nació en una familia donde los libros, los animales y la belleza de nuestro entorno estaban siempre presentes. Su pasión es escribir historias donde compartir su amor por nuestro planeta.

Corrió una vez la maratón de Londres, ha visto una camada de gatitos debajo de su cama y durante diez años ha sido profesora en distintos centros.

Hannah vive en el Reino Unido con su tortuga, su gato y su marido. Cuando no está escribiendo, anda buscando cuál será el animal de su próxima historia o practicando su rugido.

Argumento: Ya no quedan osos polares en la isla del Oso.

O, al menos, eso le dijo su padre el días que se trasladaban al Ártico, donde él iba a trabajar durante los siguientes seis meses. Pero un atardecer, a April le parece ver una enorme silueta en el horizonte.

Recortado contra el sol, algo se mueve. Sucede en un abrir y cerrar de ojos. Algo grande que avanza a grandes pasos y totalmente inesperado. April vuelve a parpadear. Sea lo que sea, ya no está.

Pero podría jurar que acaba de ver un oso polar.

Análisis de la novela y opinión personal:  April tiene once años y vive con su padre viudo ( la madre murió cuando la niña tenía cuatro años). El padre es científico en la Universidad y siempre está ocupado, cuando no trabaja, se encierra en su estudio a consultar libros polvorientos y parece no tener tiempo para April; asi que la niña se cría prácticamente en soledad, ya que en el colegio no tiene amigos (incluso alguno de sus condiscípulos se ríe de ella porque la considera rara y estrafalaria), sin más compañía que una camada de zorros que han acampado en su jardín porque April tiene un don especial para comunicarse con los animales.

Un día su padre recibe una carta del Gobierno Noruego ofreciéndole hacerse cargo de la estación meteorológica de la isla del Oso, una isla muy pequeña en pleno Ártico. En la isla no vive nadie y estarán ellos dos solos durante seis meses.

April acepta encantada la idea, piensa que en la inmensa soledad ártica su padre y ella podrán pasar mucho tiempo juntos y hacer todas esas cosas que no han hecho desde que murió su madre.

Sin embargo, cuando llegan a la isla del Oso, la realidad es otra, el padre vuelve a sumergirse en el trabajo ( medir las temperaturas para estudiar como afecta el cambio climático a la región ártica) y April lo ve tan poco como antes, así que la niña tiene que entretenerse ella sola, explorando los lagos, bahías y acantilados. Sin embargo en una de sus excursiones le parece ver una sombra que juraría que es la de un oso, pero eso no es posible, hace muchos años que en la isla no hay osos y ¿ Como habrá podido llegar?. April está decidida a averiguarlo.

Dividida en veintisiete capítulos con título y un estilo sencillo y ágil, El último oso nos llevará al Ártico y nos contará una hermosa historia de amistad, de amor entre padres e hijos, un amor que muchas veces está tan enterrado que parece que no exista, pero que solo está esperando una situación extraordinaria para resurgir. Una historia que tratará de concienciarnos del peligro que corre nuestro planeta y de que todos nosotros tenemos la obligación de hacer lo que esté en nuestra mano para salvarlo y cuanto antes, porque si esperamos puede ser tarde.

Me ha gustado especialmente la forma de narrar de la autora, como si me contara a mi personalmente la historia de April y el oso y así no hay forma de no sentirse implicada. También el modo en que la narración apela a nuestros sentidos: el tacto del suave pelaje de Oso, la vista de la inmensa extensión nevada, el sabor de la sal en los labios, el frío de los copos de nieve, que se deshacen en la boca como cristalitos helados, el de los bizcochos de avena y la crema de cacahuete, el olor de los deliciosos pasteles de la abuela Apples y del chocolate caliente, el sonido del silencio y la música de Mozart.

Pocos son los personajes de esta novela, pero son los suficientes: April, una niña encantadora, muy madura para su edad ( no le queda otro remedio a la pobre), valiente y decidida, con un don especial para escuchar y comprender a los animales y a los humanos también.

Oso, un animal adorable, a quien apetece abrazar y acariciar, pero que no deja de ser un animal salvaje, con todos los instintos propios de su naturaleza.

Edmund, el padre, un científico sumergido en el trabajo para olvidar la perdida de su esposa, un hombre al que el dolor ha vuelto egoísta y que no se da cuenta de que su hija también sufre y que le necesita  (la verdad es que la actitud de este hombre en algunos momentos es de juzgado de guardia).

Tör, el hijo del capitán del barco que llevará a April y a su padre a la isla, April y él trabarán amistad durante la travesía y también jugará su propio papel en la historia.

Me ha encantado "El último oso" y ha sido un placer leerla. Como ya comenté al principio de la reseña me daba miedo que no me gustara porque no suelo leer literatura infantil ni juvenil, pero mi miedo era infundado, porque a que el libro está dirigido al público más joven, se disfruta a cualquier edad y la historia de la amistad entre April y Oso es emocionante y emociona.

Y es que, como diría Ilse, "he leído una aventura increíble y tengo que compartirla con vosotros... El Ártico necesita, más que nunca, la ayuda de todos."

Para terminar: No puedo acabar sin mencionar las impresionantes ilustraciones de Levi Pinfold. Os dejo una muestra

Participa